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lunes, 20 de diciembre de 2010

LENGUAJE LITERARIO O DISCURSO POÉTICO

El lenguaje literario tiene como objetivo la creación de la belleza, tanto en prosa como en verso; por ese motivo, supone una cuidadosa selección del vocabulario y un orden diferente en la oración. Como es un lenguaje esencialmente escrito, debe ser más trabajado y más cuidadoso y su finalidad es comunicar las ideas en forma original, correcta, elegante, pero sin rebuscamiento ni afectación. Este tipo de expresión se presenta modificado; en otras palabras, es un "lenguaje figurado" por una serie de recursos expresivos o estilísticos que llaman la atención sobre la forma del mensaje. La disciplina llamada retórica cataloga estos recursos y expone los efectos que originan: son los llamados tropos y figuras retóricas, formados cada uno por diferentes combinaciones de recurrencia y variación. El más importante efecto de este tratamiento retórico del lenguaje es que confiere al texto literario, al contrario que ocurre con el texto normal que posee una finalidad pragmática y no estética, la posibilidad de una relectura, de una segunda lectura diferente de la primera, la posibilidad de una doble lectura. El texto normal, sin embargo, sólo posee la mayor parte de las veces una, mientras que si posee más se considera ya de hecho un texto no normal, sino estilizado o literario, porque existe en él una intención estética.


1. CONTENIDOS DE LA OBRA LITERARIA


El lenguaje literario contempla un conjunto de contenidos sensoriales, afectivos y conceptuales que funcionan como captadores del entorno de la obra literaria. Estos contenidos no se encuentran separados en la obra literaria, por el contrario, los escritores los presentan como un todo integrado, donde puede predominar uno más que otro.

Contenidos conceptuales. La palabra “conceptual” deriva de “concepto” y se relaciona con las ideas, opiniones y los conceptos expresados a través de la obra. Los contenidos conceptuales se refieren a los juicios, opiniones, ideas, puntos de vista, conceptos y definiciones.

Contenidos afectivos. Los contenidos afectivos están íntimamente ligados con los sentimientos, pasiones y emociones que están presentes en la obra literaria y se manifiestan no sólo por las figuras literarias, sino también por el uso de diminutivos o de aumentativos y por la utilización adecuada de los adjetivos. Lo afectivo se relaciona con los sentimientos, y las emociones; en este caso, los contenidos afectivos están sujetos a dos tipo de funciones del lenguaje: la denotativa que designa directamente lo referido, es decir, si tiene un solo significado, y la función connotativa, donde la palabra empleada sugiere otros significados. A esto, se debe añadir que todo lenguaje connotativo tiene una función afectiva y emotiva porque se utiliza el leguaje con un significado diferente al que realmente tiene y por eso remite a otros significaos que tienen una significación creativa, consciente y afectiva. Al utilizar el lenguaje connotativo, se apela al uso de los recursos expresivos.

Contenidos sensoriales. La etimología de la palabra tiene su origen en el latín sentire que significa percibir por los sentidos; de modo que, por medio de los sentidos (vista, oído, olfato, gusto y tacto), el hombre conoce el mundo que lo rodea; por medio de esa captación de los objetos, se va formando imágenes en el cerebro, que luego se evocan, se recuerdan y se traen al presente mediante la memoria. Cuando el ser humano desea comunicar, transmitir esas imágenes por medio de la lectura, las evoca y está en presencia de los contenidos sensoriales de una obra.
Las imágenes o contenidos sensoriales reciben el nombre, según el sentido por el cual se recuerda la realidad; en este caso, se conocen las siguientes:
Imágenes visuales: se captan por medio de la vista y se clasifican, a su vez, en cromáticas, cuando se refieren a color: “Caracas, allí está…sus techos rojos” y cinéticas, si indican movimiento: “Bandadas de palomas cruzaban el horizonte”. Estas imágenes también pueden sugerir forma, tamaño y dimensión.

Imágenes auditivas: sugieren sensaciones de sonidos graves, agudos, rítmicos, agradables, estridentes y otros. Ej.: “Y el río que bramaba abajo en la ladera con su carga de troncos”.

Imágenes táctiles: son las que impresionan al tacto, sugieren textura: suave, áspero, frío, caliente, tibio, blando, duro y otros. Ej: “Ella sabía que era Navidad, lo adivinaba en la brisa fría del ambiente”.

Imágenes olfativas: son las que sugieren olores: agradables, desagradables, intensos, suaves, extraños, entre otros. Ej.: “Desde la cocina surgía el grato olor del potaje”.

Imágenes gustativas: se refieren al gusto y sugieren sabores: dulces, salados, amargos y otros. Ej: “No olvidaba el sabroso sabor del dulce navideño de la abuela”.
2. LAS FIGURAS O RECURSOS LITERARIOS


Para construir figuras o recursos literarios, cuyo propósito es embellecer el lenguaje, el poeta o escritor usa un lenguaje connotativo: irreal, figurado, lleno de ilusionismo, de fantasía, en definitiva: subjetivo; pero también puede usar un lenguaje denotativo, el cual es real, nombra las cosas como son, objetivo, congruente del lirismo. Igualmente recurre a un conjunto de elementos en que de una u otra manera, mezcla estos dos lenguajes y así, construye las figuras literarias. Ellas son, entre otras:

El epíteto: es uno de los recursos más frecuentes en el lenguaje literario, corresponde a una adjetivación especial; en efecto, los epítetos son adjetivos ornamentales, no estrictamente necesarios para la comprensión de un mensaje. Es un adjetivo con carácter connotativo y finalidad estética sin que afecte en nada nuevo al sustantivo al que hace referencia. Ejemplo: “la verde hierba”.

La aliteración o repetición de uno o varios fonemas, con una frecuencia perceptible. Combina sonidos iguales o parecidos, dentro de una estrofa, oración o cláusula. “...El breve vuelo de un velo verde” “...El goloso glogloteo de las gaviotas”.

La onomatopeya: persigue una finalidad imitativa de sonidos o ruidos de la naturaleza. Ej. “El tan tan tan de las campanas …”

El símil o comparación. Se da cuando se comparan imágenes. En todo símil hay un término real (A) y un término imaginario o imagen figurada (B). Se establece una comparación entre un objeto, hecho o cualidad, con otros seres muy conocidos. Ej.: “Tenía el cuello largo como un avestruz”.

Hipérbaton: consiste en alterar el orden lógico de las palabras en una oración; esto es, colocar el sujeto, verbo o complementos en otro orden. Ej.: “En caballo con alas hacia acá se encamina”. Debería estar en orden lógico: “el caballo se encamina acá con alas”.

La Metáfora: es la comparación en la que se omite el vínculo de unión entre los términos reales o imaginarios. Ejemplo: “Su cabellera es una cascada de oro”, “Tiene dientes de perla”.

Hipérbole. Consiste en exagerar las propiedades de un cuerpo o asunto determinado. Ejemplo: “Cada zapato podría ser la tumba de un filisteo”.

Personificación o humanización. Consiste en atribuir a seres inanimados cualidades humanas. “En un vaso olvidada se desmaya una flor”; “La ciudad sonreía dulcemente”.

Ironía. Consiste en decir lo contrario de lo que se piensa: “por ahí va Brad Pitt” (señalando a un tipo feísimo).

Antítesis. Una palabra se pone en relación, más o menos sorprendente, con otra contraria: “Era sólo sombra de su pasado esplendor”. Contrapone ideas, porque la antítesis es un contraste, una contraposición de ideas. Ej. “Feliciano me adora y le aborrezco; Lisardo me aborrece y yo le adoro”.

Paradoja. Es una contradicción aparente: “al avaro, las riquezas lo hacen más pobre”. Se puede observar que la Paradoja consiste en ideas aparentemente contradictorias, pero que en realidad no lo son. Ej. “Vivo sin vivir en mí/ y tan alta vida espero/ que muero porque no muero”.

Pleonasmo: consiste en añadir palabras innecesarias con valor enfático o vigorizaste. Ej.: “subí para arriba”.

Anáfora: consiste en la repetición de una o más palabras al comienzo de varios versos, frases u oraciones para conseguir mayor armonía. Ej.:

"En cada rocío del amanecer
En cada sonrisa de un niño
En cada persona que sufre
Ahí esta Dios".
Polisíndeton: Consiste en repetir una conjunción para darle mayor fuerza a la expresión. Ejemplo: Ya no quiero la casa, ni la rueca de plata.

“¿No divisas un fulgor de infantes y caballos
y polvo y humo y fulgurar de acero?”
Asíndeton: Consiste en la omisión de conjunciones, para dar mayor vigor y dinamismo a la expresión. Ejemplo: “Rendí, rompí, derribé, rajé, deshice, prendí, desafié, desmentí”.

Perífrasis: No se presenta la idea directamente sino dando un rodeo. Ej.: “Los amigos de lo ajeno” en vez de “ladrones”.


FUENTES CONSULTADAS

Rodríguez, A. S. Apuntes de Lenguahttp://personal.telefonica.terra.es/web/apuntesasr/index.htm

Wikipedia. La enciclopedia libre.http://es.wikipedia.org/wiki/L%C3%ADrica http://es.wikipedia.org/wiki/L%C3%ADrica

De Risi, C y O. Salazar. Castellano y Literatura 9°.Caracas: CO-BO

LIRICA Y SUS CARACTERÍSTICAS

La lírica es un género literario en el que el autor quiere transmitir sentimientos, emociones o sensaciones respecto a una persona u objeto de inspiración. Se llama género lírico porque en la antigua Grecia este género se cantaba y estaba acompañado por un instrumento llamado lira. Su forma más habitual es el verso y la primera persona; por lo tanto, el presente, pasado y futuro se confunden; la lírica comunica las más íntimas vivencias del hombre, lo subjetivo, los estados anímicos y los estados amorosos.
En su concepto más vasto comprende además de la oda, la canción, la balada, la elegía, el soneto e incluso las piezas de teatro destinadas a ser cantadas, como las óperas y dramas líricos. En lenguaje usual, sin embargo, designa casi exclusivamente la oda que, según las formas que reviste toma los nombres de ditirambo, himno, cantata, cántico, etc. El género lírico no tiene metro ni ritmos propios sino que el poeta acude a todos aquellos que le parecen más oportunos para expresar mejor sus sentimientos.
Historia
La lírica parece ser la forma más antigua de la poesía; se encuentra en los Cánticos de Moisés y en los Salmos de David, en los antiguos poemas de la India y especialmente en el Rig Veda. Pasan como creadores legendarios del género entre los griegos: Orfeo, Lino y Museo, y sus cultivadores históricos fueron: Alceo, Simónides, Tirteo, Safo y Anacreonte quies lo aplicaron a los asuntos más distintos. Por otra parte, este género fue llevado al teatro en los coros de las tragedias de Esquilo, Sófocles y Eurípides; por su parte, Píndaro lo llevó a su perfección en sus odas olímpicas y píticas. Entre los romanos sobresalieron en la lírica Horacio y Catulo. En la Edad Media, inspiró los cantos de los bardos y trovadores y excepcionalmente el de algunos troveros. En los tiempos modernos se ha distinguido en la lírica los siguientes autores:
  • Alemania, Schiller y Goethe
  • Italia, Petrarca y Tasso
  • Chile, Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Vicente Huidobro, Nicanor Parra y Violeta Parra
  • Perú, César Vallejo y Blanca Varela
  • España, Fray Luis de León, Herrera, Rodrigo Caro, Jorge Manrique, Rioja, Zorrilla, Espronceda, Núñez de Arce, Jacinto Verdaguer, Salvador Rueda, Teodoro Llorente Olivares, etc.
  • Francia, Ronsard, Racine, André Chénier, Lamartine, Víctor Hugo, Leconte de Lisle y Heredia
  • Inglaterra, Dryden, lord Byron, Shelley, Burns
  • Rusia y Polonia, Pushkin y Mickiewicz
Si bien entre los griegos y los romanos se cantaba la poesía lírica, en Roma y en los pueblos modernos quedó separada totalmente de la música.
Componentes del Lenguaje Lírico
El género lírico se caracteriza por tener la presencia de un:
  • Hablante lírico que expresa todos los sentimientos en el poema respecto a un objeto lírico.
  • El objeto lírico es el ente, objeto o situación que provoca los sentimientos en el poeta, los que son expresados por el hablante lírico.
  • El motivo lírico es el tema del cual trata la obra lírica, eso quiere decir que es el sentimiento predominante que expresa al objeto lírico el hablante lírico.
  • La actitud lírica es la forma en la cual el hablante lírico expresa sus emociones y se puede clasificar en tres tipos:
 Actitud enunciativa: Se caracteriza porque el lenguaje empleado por el hablante lírico representa una narración de hechos que le ocurren a un objeto lírico. El hablante intenta narrar los sentimientos que tiene de esa situación tratando de mantener la objetividad.

Actitud apostrófica o apelativa: Es una actitud lírica en la cual el hablante se dirige a otra persona, le intenta interpelar o dialogar con esta otra persona. En esta actitud el hablante le dialoga a otro de sus sentimientos.

Actitud carmínica o de la canción: En esta el hablante abre su mundo interno, expresa todos sus sentimientos, reflexiona acerca de sus sensibilidades personales. 
 Características de la lírica
 Como en el género lírico, el autor expresa sus sentimientos o su visión de la realidad, tiene características específicas:




  •  El discurso es subjetivo, producto de la interiorización, por lo que en los textos predomina la función expresiva, además de la poética.
  •  No se desarrolla una historia, frente a la narrativa y el drama. Su contenido es la expresión de los sentimientos, las emociones, las ideas... de una voz poética (yo poético), perteneciente a la ficción, que no se debe identificar con el autor.
  •  Brevedad. Normalmente los escritos se centran en un solo aspecto y en general son breves, lo que posibilita la acumulación de recursos expresivos.
  • Finalidad estética. El poeta busca no sólo transmitir sus pensamientos y estado de ánimo, sino hacerlo con belleza.
  •  Lenguaje elaborado. La lengua que se utiliza para trasladar las emociones al texto está llena de imágenes, con las que el lector puede acercarse a las emociones del autor.
  •  Musicalidad. El poeta fija su atención en conseguir por distintos medios (el ritmo, la rima...) el efecto musical que desea.
  •  La poesía exige una lectura detenida, reflexiva, una actitud abierta del receptor para compartir las sensaciones y sentimientos de otro ser humano que es el poeta. Además es interesante hacer una lectura en voz alta, pues nos permite disfrutar de los efectos sonoros que posee el texto.
  • El emisor del texto lírico es el yo poético que enuncia el mensaje; puede estar explícito a través de pronombres personales o posesivos de primera persona o de las formas verbales también en primera persona. A veces aparece un tú receptor que se manifiesta asimismo mediante pronombres personales, posesivos y las formas verbales correspondientes.
  •  La forma del mensaje lírico y su contenido son dos aspectos inseparables: la forma es la expresión del contenido, o sea, es significativa. Si un contenido fuese expresado con otra forma, se alteraría su valor.
  •  Conviene recordar que en el lenguaje poético se manifiestan en grado máximo las características generales de la lengua literaria ya conocidas: intensificación, desvío, connotación, polisemia y literalidad.
  • Los temas de la lírica
     Los temas son muy variados: aparece con frecuencia el amor (motivo permanente de la poesía de cualquier época), la soledad, la muerte, la contemplación del paisaje, el mundo de los recuerdos, etc., todos estos temas han sido tratados por los poetas en sus versos. También se puede apreciar una constante en la lírica desde la Antigüedad: la poesía de tema religioso o espiritual; con respecto a la inquietud por los problemas sociales y políticos, y el compromiso manifestado en los versos constituyen la denominada poesía comprometida.
      
    Principales subgéneros 
    • Canción popular. Sus temas son principalmente amorosos y religiosos, aunque abundan también versiones satíricas. Es característico el monólogo, pero puede incluir elementos dramáticos (diálogo). El vocabulario y la sintaxis se caracterizan por la sencillez. En la métrica predomina el arte menor.
    •  Canción italiana. Aborda los mismos temas de la canción popular aunque en tono individualista y e general culto. Tiene una métrica establecida de cinco a diez estancias.
    • Égloga. Vida en el campo, situación edénica, tono nostálgico y melancólico. Temática amorosa. Diálogo incorporado de pastores. Métrica variada.
    • Himno. En la antigua Grecia, canto de alabanza a los dioses y a los héroes; contenía sentimientos e ideales religiosos, patrióticos, guerreros y políticos de una colectividad. Métrica variada.
    • Epigrama. Su tema inicial fue la alabanza, aunque ha ido incorporando de forma progresiva cualquier circunstancia con una salida sorprendente. Métrica variada.
    • Elegía. De temática diversa. Mezcla ingredientes tristes, melancólicos, plañideros, sentimentales, fúnebres... Su métrica es variada.
    • Oda. Se dedica a grandes personajes, paisajes hermosos o especulaciones contemplativas. Su métrica y su lenguaje son variados.

    FUENTES CONSULTADAS

     Rodríguez A.S;. Apuntes de Lengua
    http://personal.telefonica.terra.es/web/apuntesasr/index.htm

    Wikipedia. La enciclopedia libre.
    http://es.wikipedia.org/wiki/L%C3%ADrica http://es.wikipedia.org/wiki/L%C3%ADrica

    MÉTRICA


    Dentro de la poesía, la métrica se ocupa de la formación rítmica de un poema; su estudio comprende: el verso y la estrofa. También se entiende por métrica la cantidad de sílabas en las que se divide un verso; por su parte, el verso consiste en la agrupación de una o más palabras que, siguiendo fundamentalmente ciertas normas de medida y armonía musical, constituyen unidades rítmicas; por su parte, la composición en verso y su estudio, desde el punto de vista de la técnica de expresión poética, recibe el nombre de versificación y nació con la música, por la necesidad de adaptar el lenguaje al canto. Con la aparición de las lenguas romances o románicas, surgió un sistema de versificación, denominado cuantitativo debido a que su fundamento está en la cualidad o armonía, proveniente de la simetría y del ritmo, y no en la cuantidad o tiempo de la pronunciación silábica como era propio de los griegos y romanos.

    ELEMENTOS DE LA VERSIFICACIÓN
    Los elementos de la versificación son: 
    1. La simetría
    2. La cesura
    3. La rima.
    1. La simetría. La simetría o medida del verso es el primer elemento esencial de la versificación española o cualitativa. Consiste en el número de sílabas que cada verso debe tener, lo cual determina su longitud, medida o metro. En consecuencia, se deben tomar en cuenta dos factores: a) la ley del acento final y b) la sílaba métrica o licencias métricas o poéticas.

    a) La ley del acento final 
    • Si un verso termina en palabra aguda se considera que tiene una sílaba más:
    Hombres necios que acusáis 7 + 1 = 8
    a la mujer sin razón 7 + 1 = 8
    sin ver que sois la ocasión 7 + 1 = 8
    de lo mismo que culpáis. 7 + 1 = 8
    (Sor Juana Inés de la Cruz)
    • Si termina en palabra esdrújula de considera una sílaba menos. La sílaba que no se cuenta es la postónica (indicada entre paréntesis) que tampoco influye en la rima:
    Hoy, porque tú has venido a visitarme, 11
    me acuerdo de que hay mundo y de que hay lá(gri)mas. 12 - 1=11
    ¡Bendita seas, bajo el sol de mayo, 11
    tristeza mía, luminosa y cá(li)da! 12 - 1=11
    b) Licencias poéticas 
    • La sinalefa. La sinalefa es una unión en una sílaba de la vocal final de una palabra y la inicial de la palabra siguiente:
    Tú_y yo_y Sancho y_el niño de Vallecas (León Felipe)
    1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 
    Calladamente se_insinúa_el gozo (Jorge Guillén)
    1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
    • La diéresis. La diéresis consiste en pronunciar un diptongo en dos tiempos y, por lo tanto, se cuenta una sílaba más:
    árbol de fruto (sü-ave) = 8 sílabas (José de Valdivieso)
    • La sinéresis. La sinéresis es el fenómeno contrario a la diéresis: dos vocales en hiato se pronuncian en una sola sílaba:
    No del mar de la sangre teogónica y la espuma = 14 sílabas ( Rafael Mazas)
    2. La cesura. La cesura es una pausa dentro del verso, cuando éste tiene al menos 11 sílabas. El verso queda dividido en dos partes llamadas hemistiquios, que se miden como si fueran versos independientes, es decir, teniendo en cuenta si la última palabra de cada hemistiquio es aguda, llana o esdrújula.
    3. La rima es la repetición de sonidos desde la última vocal acentuada de cada verso. Se divide en consonante o perfecta y asonante o imperfecta.
    Tipos de rima
    • La rima consonante o perfecta se da cuando coinciden todos los fonemas a partir de la vocal tónica; por ejemplo, en «Todo necio / confunde valor y precio» (Antonio Machado), la rima es consonante en -ecio, porque desde la última vocal acentuada (é) todos los fonemas coinciden, incluida ésta.
    • En la rima asonante o imperfecta coinciden las vocales, pero hay al menos una consonante que no coincide. Así sucede, por ejemplo, en el pareado «Más vale pájaro en mano / que ciento volando» (rima en á-o). La rima consonante es más difícil que la asonante, porque ofrece menos libertad y posibilidades de combinación; por eso se suele utilizar en periodos refinados y cortesanos de la Historia de la literatura; la asonante, por el contrario, permite más libertad de opción y combinación y por eso ha sido el mecanismo preferente de la lírica tradicional o popular. Generalmente, la rima asonante y la consonante no se combinan en una misma estrofa.  
    CLASES DE VERSOS

    Según el número de sílabas se dividen en versos de arte menor y versos de arte mayor.
    El arte menor está formado por los versos que tienen hasta ocho sílabas; el arte mayor, por el contrario, está formado por los versos que tienen nueve o más sílabas.
    Versos de arte menor 
    • Dos sílabas: bisílabos
    • Tres: trisílabos
    • Cuatro: tetrasílabos
    • Cinco: pentasílabos
    • Seis; hexasílabos
    • Siete: heptasílabos
    • Ocho: octosílabos
    Los versos más usados del arte menor en castellano son, por este orden, el octosílabo (el verso más fácil y natural del castellano, ya que coincide con el grupo fónico menor del idioma, por lo cual ha sido usado durante toda la historia de la literatura en lengua castellana, en el Romancero, en nuestro teatro clásico y en gran número de estrofas), el heptasílabo, el hexasílabo y el pentasílabo.
    Versos de arte mayor
    • Nueve sílabas: eneasílabos
    • Diez: decasílabos
    • Once: endecasílabos
    • Doce: dodecasílabos
    • Trece: tridecasílabos
    • Catorce: alejandrinos o tetradecasílabosc.
    Los versos de más de once sílabas, denominados compuestos de arte mayor, poseen una cesura interior constante o pausa fijada hacia su mitad, aunque puede haber de hecho hasta tres cesuras. Así, por ejemplo, en el tipo más común de dodecasílabo hay una cesura después de la sexta sílaba (después de la séptima en el caso del dodecasílabo de seguidilla), y, en el alejandrino, después de la séptima sílaba. Las dos mitades del verso dividido por la cesura, que pueden ser isométricas o no, como ya se ha visto, se denominan hemistiquios y se miden de igual forma que si fueran versos enteros, aplicándoseles la regla que dice que si acaban en aguda se cuenta una sílaba más y si acaban en esdrújula una menos: 
    Mes-ter trai-go fer-mo-so, (cesura) non es de ju-gla-rí-a (7+7=14 sílabas, alejandrino)

    LA ESTROFA
    Se entiende por estrofa en métrica a un conjunto de versos con una distribución fija de sílabas y rimas que se repite en un mismo poema con regularidad. A veces también constituye por sí mismo un pequeño poema. Casi siempre la estrofa encierra un pensamiento completo, por lo que posee una cierta autonomía semántica. Las estrofas de la métrica castellana comprenden entre dos y trece versos. Los principales tipos de estrofas de la poesía española son los siguientes (la rima va señalada con letras mayúsculas si es verso de arte mayor, y con letra minúscula si es verso de arte menor): 
    • Pareado: Estrofa de dos versos, de arte mayor o menor, que riman entre sí, con rima consonante normalmente (AA, aa). Ambos versos no tienen porqué tener el mismo número de sílabas. Se han utilizado a lo largo de toda la historia de la literatura española; especialmente en refranes y sentencias. Al pareado compuesto por dos versos de arte menor se le denomina aleluya.
    Aunque la mona se vista de seda,
    mona se queda.
    (Iriarte)
    • Terceto: Combinación de tres versos endecasílabos que riman primero con tercero y queda suelto el segundo (ABA). Se suele presentar en series en la que este segundo verso suele rimar con el primero y tercero del terceto siguiente, y así sucesivamente (ABA-BCB-CDC-DCDC), añadiéndose un verso final para cerrar este tipo de encadenamiento. Su procedencia es de Italia, y apareció en la poesía española en el Renacimiento.
    Yo quiero ser llorando el hortelano
    de la tierra que ocupas y estercolas,
    compañero del alma, tan temprano.
    Alimentando lluvias, caracolas
    y órganos mi dolor sin instrumento,
    a las desalentadas amapolas  
    daré tu corazón por alimento.
    Tanto dolor se agrupa en mi costado,
    que por doler me duele hasta el aliento.
    (Miguel Hernández)
    • Tercetilla: Es un terceto con versos de arte menor. Si la rima es asonante se llama Soledad o Solea.
    Muerto se quedó en la calle
    con un puñal en el pecho.
    No lo conocía nadie.
    (Federico García Lorca)
    • Cuarteto: Son cuatro versos endecasílabos, con rima consonante. Su esquema es ABBA. Llegó a España a mediados del siglo XVI.
    Una, dos, tres estrellas, veinte, ciento,
    mil, un millón, millares de millares,
    ¡válgame Dios, que tienen mis pesares
    su retrato en el alto firmamento!.
    (Diego de Silva y Mendoza, conde de Salinas)
    • Redondilla: Son cuatro versos octosílabos consonantes, con esquema igual al cuarteto.
    Un galán enamorado
    de mal de amores a muerto,
    y el efecto ha descubierto
    que era dolor de costado.
    (Alonso de Ledesma, de "En metáfora de sangría")
    • Serventesio: Cuatro versos endecasílabos consonantes, con el esquema ABAB. Es una variante del cuarteto, de la misma época que él.
    Con varios ademanes horrorosos
    los montes de parir dieron señales:
    consintieron los hombres temerosos
    ver nacer los abortos más fatales.
    (Félix María Samaniego)
    • Cuarteta: Cuatro versos octosílabos consonantes con esquema igual al serventesio: ABAB.
    Y todo un coro infantil
    va cantando la lección:
    mil veces ciento, mil;
    mil veces mil, un millón.
    (Antonio Machado)
    • Copla: Estrofa de cuatro versos de arte menor (normalmente octosílabos), con rima asonante en los versos pares y quedan sueltos los versos impares.
    Deixo amigos por estaños,
    deixo a veiga polo mar,
    deixo, en fin. canto ben quero...
    ¡Quén pudera no o deixar...!

    (Rosalía de Castro)
    • Seguidilla: Estrofa de cuatro versos, dos heptasílabos (primero y tercero) y dos pentasílabos (segundo y cuarto), que riman alternos: el 1º y el 3º son heptasílabos, y el 2º y 4º pentasílabos. La rima es consonante o asonante en los versos pares (-a -a). La seguidilla se utiliza en la poesía española desde el siglo XI.
    Las mujeres y las flores
    son parecidas,
    mucha gala a los ojos
    y al tacto espina.

     (José de Espronceda)
    A veces, la seguidilla va seguida de tres versos más: el 1º y 3º pentasílabos asonantes, y el 2º heptasílabo suelto. A estos tres versos se les llama bordón, y al conjunto estrófico de los siete versos se le llama seguidilla con bordón. 
    La cebolla es escarcha
    cerrada y pobre:
    escarcha de tus días
    y de mis noches.
    Hambre y cebolla:
    hielo negro y escarcha
    grande y redonda.
    (Miguel Hernández)
    • Cuaderna Vía: Son estrofas de cuatro versos alejandrinos aconsonantados (AAAA), utilizado principalmente por los poetas cultos del Mester de Clerecía en los siglos XIII y XIV. También se puede llamar Tetrástrofo Monorrimo.
    Era un simple clérigo, pobre de clerecía,
    dicié cutiano missa de la sancta María;
    non sabié decir otra, diciéla cada día,
    más la sabié por uso qe por sabiduría.
    (Gonzalo de Berceo)
    • Quinteto: Cinco versos de arte mayor consonantes, rimando a gusto del poeta, con las siguientes limitaciones.
    1. No puede quedar ningún verso suelto.
    2. No pueden rimar más de dos versos seguidos.
    3. Los dos últimos versos no pueden formar un pareado
    Marchando con su madre, Inés resbala,
    cae al suelo, se hiere, y disputando
    se hablan así después las dos llorando:
     ¡Si no fueras tan mala! - No soy mala.
    - ¿Qué hacías al caer? - Iba rezando.
    (Ramón de Campoamor)
    • Quintilla: Es un quinteto de arte menor.
    Pasó un día y otro día,
    un mes y otro mes pasó,
    y un año pasado había;
    mas de Flandes no volvía
    Diego, que a Flandes partió.
    (José Zorilla)
    • Lira: Compuesta por cinco versos: 1º, 3º y 4º heptasílabos, 2º y 5º endecasílabos, rimando 1º con 3º y 2º con 4º y 5º (7a-11B-7a-7b-11B). Es de origen italiano; su nombre lo recibe del comienzo de la canción quinta de Garcilaso de la Vega "A la flor de Gnido". Fue muy utilizada en el Renacimiento.
    Si de mi baja lira
    tanto pudiese el son, que en su momento
    aplacase la ira
    del animoso viento
    y la furia del mar y el movimiento...

    (Garcilaso de la Vega)
    • Copla de pie quebrado: Compuesta por seis versos de arte menor, con rima consonante, y con la siguiente disposición: 8a-8b-4c-8a-8b-4c. Se le llama pie quebrado al verso de cuatro sílabas. Este tipo de estrofa fue muy utilizada por Jorge Manrique (siglo XV), por lo que también es conocida como copla manriqueña. Ha sido utilizada en todas las épocas de la literatura española, sufriendo algunas variaciones en la distribución de las rimas y en la situación del pie quebrado. También puede recibir el nombre de sextilla.
    ¿Qué se hizieron las damas,
    sus tocados, sus vestidos,
    sus olores?.
    ¿Qué se hizieron las llamas
    de los fuegos encendidos
    de amadores?
    (Jorge Manrique)
    • Sexteto-lira: También puede llamarse sexteto alirado, o lira de seis versos. Su disposición es 7a-11B-7a-11B-7c-11C.
    Suena tu blanda lira,
    Aristo, de las Ninfas tan amada,
    cuando Filis suspira,
    y en la grata armonía embelesada
    la tropa de pastores
    escucha los suavísimos amores.
    (José Marchena)
    • Octava Real: Formada por ocho versos endecasílabos, con rima alterna los seis primeros, y los dos últimos formando un pareado (ABABABCC). Su origen es italiano, y llego a nuestra literatura en el siglo XVI. También puede llamarse octava rima.
    ¡Pobre Teresa! Cuando ya tus ojos
    áridos ni una lágrima brotaban,
    cuando ya su color tus labios rojos
    en cárdenos matices cambiaban,
    cuando de tu dolor tristes despojos
    la vida y su ilusión te abandonaban
    y consumía lenta calentura
    tu corazón al par de tu amargura.
    (José de Espronceda)
    • Octava Italiana: Formada por ocho versos de arte mayor de rima consonante, rimando el 2º con el 3º, el 6º con el 7º, el 4º con el 8º (debiendo ser esta rima aguda), y quedan sueltos el 1º y 5º. Llegó a la poesía española en el siglo XVIII, procedente de Italia, y a lo largo de la historia ha sufrido variaciones tanto en el número de sílabas como en la distribución rítmica. También puede llamarse octava aguda.
    ¡Silencio! ¡En el misterio de las tumbas
    la eternidad esconde su destino!
    Húndete, pensamiento, en el mezquino
    lugar de corrupción.
    Tus atrevidas alas impotentes
    al alzarse aumentaron tu caída;
    confúndete, ya está desvanecida
    tu orgullosa ilusión.
    (Ángel María Dacarrete)
    • Octavilla italiana: Ocho versos de arte menor, con la misma disposición que la octava italiana.
    Con diez cañones por banda,
    viento en popa, a toda vela,
    no corta el mar, sino vuela
    un velero bergantín;
    bajel pirata, que llaman,
    por su bravura "El Temido",
    en todo el mar conocido
    del uno al otro confín.
    (José de Espronceda)
    • Copla de arte mayor: Compuesta por ocho versos dodecasílabos, con rima consonante dispuesta de la siguiente manera: ABBAACCA. Fue muy utilizada por el poeta Juan de Mena (siglo XV).
    Al muy prepotente don Juan el segundo,
    aquél con quien Júpiter tuvo tal zelo
    que tanta de parte le fizo del mundo
    quanta a sí mesmo se fizo del çielo;
    al grand rey d'España, al Çesar novelo,
    al que con Fortuna es bien fortunado,
    aquél en quien caben virtud e reinado;
    a él, la rodilla fincada por suelo,
    ...
    (Juan de Mena) 
    • Décima o Espinela: Llamada así su estructura fue fijada por el poeta Vicente Espinel (S. XVI-XVII). Consta de diez versos octosílabos consonantes, con el esquema ABBAACCDDC.
    ¿Dónde está ya el mediodía
    luminoso en que Gabriel
    desde el marco del dintel
    te saludó: -Ave María?.
    Virgen ya de la agonía,
    tu hijo es el que cruza ahí.
    Déjame hacer junto a ti
    ese augusto itinerario.
    Para ir al monte del Calvario
    cítame en Getsemaní.
     
    (Gerardo Diego)

    LA LÍRICA CONTEMPORÁNEA 
    Pasados los dos primeros decenios del siglo XX, todo estudio de la literatura es desconcertante:  
    1. Las escuelas o movimientos se suceden con velocidad pasmosa
    2. Es muy difícil encontrar un coeficiente común a varios poetas, pues es poco lo que les une y mucho lo que les individualiza.
    3. Surge un conjunto de tendencias literarias, cuyas escuelas de Vanguardia nacen todas con un nombre pomposo, que termina es ismo: futurismo, cubismo, dadaísmo, creacionismo, surrealismo, panlirismo, purismo, neopopularismo.
    4. La causa de esta situación, rica en variedad pero desconcertante, es muy compleja, estas escuelas están bajo un clima de desconfianza; viven con frenesí: a gran velocidad; están contagiados por el tecnicismo y sienten una verdadera admiración por la psicología.
     Actitud del lirico contemporáneo 
    • El poeta lírico contemporáneo es ante todo un inconforme, un contestatario frente al pasado y por si fuera poco, un subversivo.
    • Las guerras, la política, los medios de comunicación social, han creado un mundo nuevo y un nuevo quehacer cultural del ser humano.
    • Hay que buscar y apoyarse en la novedad original que uno lleva por dentro.
     Revolución en los contenidos liricos

    Los viejos temas están gastados, carecen de sustancia y no responden al hombre nuevo. Este es el raciocinio que, de una manera u otra, está subyacente en cada lírico. Consecuentemente, entran en la lírica temas que antes parecían antipoéticos: el cemento, el hierro, el telégrafo, el satélite, la máquina. En contra de los modernistas, no puede concebirse una poesía sin compromiso, desencarnada, no existencial y así en varios Movimientos Vanguardistas van al verso contenidos socio-políticos: injusticias, subdesarrollo, masificación, la angustia existencial.
    Revolución en las formas
    • La plástica en el poema: En algunos movimientos Vanguardistas hay una marcada tendencia a hacer plásticas en la colocación de las palabras para formar el poema. Busca una especial llamada a la atención del lector. El lector se sorprende al encontrarse con estrofas anárquicas, si se tiene en cuenta la estructura que, por tradición, el lleva en su mente.
    • Rompimiento con la sintaxis y la ortografía: Algunos poetas de vanguardia no se preocupan de respetar la sintaxis y hasta escriben sus poemas sin puntuación para que sea el lector quien dé sentido a la frase y le dé curva de entonación de acuerdo con su poder de captación.
    • Versolibrismo: El verso es uno de los elementos que más sufre en el Vanguardismo. La revolución en esto es profunda. A este tipo de verso lo conoces ya como verso libre y al fenómeno como versolibrismo. Los elementos del verso, medidaa, acento, ritmo y rima, desaparecen. Los acentos caerán en las palabras que tienen especial valor poético. El ritmo se reducirá a un ritmo interior, fruto de correspondencia entre fondo y forma. La rima entorpece la expresión espontánea de los contenidos, por lo tanto, mejor que desaparezca. Más que hablar de versos hay que hablar de versículos y más que de estrofas se hablara de unidades de expresión rítmica.
      
    FUENTES
     Literatura española
    http://www.apoloybaco.com/literaturaprincipal.htm
    Lírica contemporánea: Pablo Neruda.
    http://www.xuletas.es/ficha/lirica-contemporanea-pablo-neruda/
    Wikipedia: la enciclopedia libre
    http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%A9trica