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miércoles, 16 de junio de 2010

SUSTANTIVO PLURAL



Como se sabe, la norma básica es muy clara: el plural se forma añadiendo –s al final de las palabras terminadas en vocal (autos, casas, partes) y, -es al final de las palabras terminadas en consonante (sillones, paredes, cantares). Éstos son algunos casos particulares.

Palabras cuyo plural es igual al singular (El lunes, los lunes/ el tórax, los tórax)

  • Son todas las palabras llanas y esdrújulas terminadas en –s y en –x, y así, por ejemplo: lunes, análisis, antítesis, atlas, brindis, caries, crisis, dosis, énfasis, síntesis, tórax.
  • Varias palabras compuestas: buscavidas, correturnos, guardabarros, guardamuebles, parabrisas, paraguas, picapleitos, tragaldabas.
  • Todos los tecnicismos médicos, veterinarios, biológicos o botánicos terminados en –osis y los tecnicismos del mundo de la medicina que se refieren a inflamaciones y que terminan en itis: otitis, sinusitis, apendicitis.
  • Las palabras que terminan en –s y son agudas, es decir, las que tienen el acento en la última sílaba, hacen el plural siguiendo la regla general, es decir, añaden –es, el final: revés/ reveses: interés /intereses, cortés / corteses, arnés / arneses, mes /meses
  • Las palabras réquiem, Tedeum, ultimátum, déficit, superávit y accésit tienen también el plural igual al singular: los ultimátum, los déficit, los superávit, los accésit. Actualmente es bastante habitual oír y leer déficits, superavists y accesits. La Real Academia recomienda evitar estos plurales.

Palabras acabadas en –í, ú (Bisturí/ bisturíes, tabú/ tabúes)

Lo correcto es añadir –es para formar el plural, aunque en la lengua coloquial no es extraño que se forma añadiendo únicamente –s. Lo más recomendable, como se ha dicho es: Bisturí /bisturíes; zulú/ zulúes; maniquí / maniquíes; jabalí /jabalíes; esquí/ esquís; rubí/ rubíes, tabú/ tabúes. En las palabras: pirulí, champú, canesú (pieza superior de un vestido de mujer), y menú, sin embargo, se han acabado imponiendo los plurales pirulís, champús, canesús y menús. Las palabras acabadas en - á, - ó, - é forman sus plurales añadiendo –s. Ej: mamá/ mamás; café/ cafés.


Plurales especiales (currícula, fraques, referendos

Hay varias palabras cuyo plural se aparta de la regla y de todo lo visto hasta ahora. Muchas de ellas son palabras cultas de origen latino o préstamos de otras lenguas. Éstas son las de uso más habitual: currículum /currículos/ currícula; frac /fraques; gángster /gángsters; hipérbaton /hipérbato; lord / lores; memorándum / memorandos o memoranda; referéndum /referendos o referenda. Tanto en el caso de currículum, referéndum, como en el caso de armonium, resulta aconsejable la hispanización en currículo, memorando, referendo y amonio, con lo que desaparecen los problemas para formar el plural, que pasaría a ser currículos, memorandos, referendos y armonios, respectivamente.


Plural de palabras procedentes de otras lenguas (carnés, chalés, debús)

Algunas palabras de origen francés, como carné, chalé, chaqué, claqué, cliché, debú, compló, parqué, quinqué, que en su lengua original terminan en –t (carnet, chalet), al haber sido admitidas en español con la forma anterior, forman su plural siguiendo la regla general: carnés, chalés, chaqués, clichés, debús.

Varias palabras procedentes del inglés han sido ya españolizadas, por lo que no presentan problemas en la formación de sus plurales. Entre ellas, tenemos las siguientes:

  • stándard: stándar stándares
  • film: filme filmes
  • flirt: flirteo flirteos
  • clown: clon clones
  • boycott: boicó boicós
  • wisky: güisqui güisquis
  • sandwich: sandwich sandwiches
Comentario aparte merece el caso de “fax”. Al no ser palabra ni llana ni esdrújula y ser un préstamo del inglés, no debería seguir la regla general, es decir, su plural tendría que ser igual al singular: el fax, los fax. No obstante, se extiende cada vez más el uso de faxes. No parece un uso de plural incorrecto y, probablemente, acabe imponiéndose definitivamente.

Hay una tendencia general a formar los plurales de palabras como –album o club, añadiendo –s al final: álbums, clubs. Estas palabras siguen la regla general y su plural es, por tanto, álbumes y clubes.


Otros plurales

a) Plurales duales

 Objetos que están formados por dos partes iguales y, por lo general, unidas: alicates, bragas, calzoncillos, gafas, medias, pantalones, tijeras, tenazas. El uso en singular de esas palabras resulta sumamente coloquial: la braga, el alicate, la tijera. Se admite, generalmente, pantalón. En muchos casos se ha impuesto el uso del singular, y el uso del plural, aunque aceptado, tiene cierto tono coloquial: espaldas, bigotes, narices. Actos o ceremonias de tipo religiosos: exequias, laúdes, maitines, nupcias. Y otros como albricias, creces, fauces y víveres.

b) El plural de las vocales (¿As o aes?)

Es habitual leer y oír cosas como: “!qué mal escribes¡ haces unas as que parecen os y unas us que parecen is”. Esto es absolutamente incorrecto porque el plural de los nombres de las letras vocales se forma añadiendo –es: aes, íes, oes, úes. En el caso de la “e” se funden las dos vocales y el plural resulta “es”.

c) Síes y noes

Muchas veces se oyen cosas como “la votación registró veinte “nos” y diez “sís”. Es incorrecto porque el plural es “síes” y “noes”

d) El plural de los nombres compuestos

Por lo general, estos nombres aparecen unidos y siguen la regla general de formación del plural: bocacalle /bocacalles: padrenuestro / padrenuestros. Cuando la palabra de la segunda es parte de un verbo, el singular y el plural son iguales: el hazmerreír del barrio, los hazmerreír del barrio. Si la palabra está formada por otras dos separadas, a veces – las de menos usos – por un guión, se forma el plural como si se tratara de dos palabras diferentes: dos bares-restaurantes; tres droguerías- perfumerías.

e) Cambios ortográficos en la formación del plural (pez /peces)

Las palabras que terminan en –z sufren una transformación gráfica al formar su plural y la –a se convierte en –c: coz/ coces; pez/ peces; voz/ voces; luz /luces; cruz / cruces. En algunas palabras se produce, al hacer el plural, un desplazamiento del acento: régimen/ regímenes; espécimen /especímenes; carácter /caracteres.





Tomado de Buitriago A. y A. Torijano (2001). Ortografía esencial del español: la mejor guía para escribir correctamente el español. Madrid: Espasa Calpe. Biblioteca de El Nacional.

SUSTANTIVO Y PROBLEMAS DE GÉNERO


EL GÉNERO


1. Masculinos terminados en –a y femeninos terminados en –o

Es bien sabido que, por lo general, los sustantivos que terminan en –o son masculinos. Ej.: El niño está dormido; ese barco está anclado; y los terminados en –a son femeninos. Ej.: La niña está dormida; esa barca está anclada. Pero también es bien sabido que no siempre es así. Hay masculinos que terminan en -a: clima, día, mapa, poema, problema, tema...; las palabras que los acompañan (artículos, determinantes, adjetivos) por tanto son masculinos. Ej: El clima es muy húmedo; este problema es muy complicado. Existen, además, algunos femeninos que terminan en –o. Son únicamente dinamo (artefacto que, apoyado en la rueda de la bicicleta, gira y da luz), mano, nao y seo (palabras estas últimas muy antiguas y que se usan muy poco en español: significan respectivamente “nave” y “catedral”). Ej: La dinamo está estropeada. Tiene la mano inflamada. Dentro de este último apartado conviene destacar que algunas palabras, como reo, socio, testigo y miembro pueden ser masculinos y femeninos, Ej: El reo fue condenado /La reo fue condenada. Nuestro socio es muy simpático /Nuestra socio es muy simpática. Ese testigo está nervioso / Esa testigo está nerviosa. Luis y Carlos son miembros de la Cruz Roja / Ana y Paula son miembros de la Cruz Roja. Por tanto, no existen: “rea”, “socia”. “testiga” y “miembra”.

2. Otras terminaciones

En –d y –z. (La ciudad y la paz; el césped y el arroz). Son generalmente femeninos: ciudad, edad, enfermedad, verdad, cruz, faz, paz. Ej: La ciudad está muy limpia. La paz es necesaria. Hay, no obstante, algunas excepciones. Son masculinos, por ejemplo: abad, ataúd, césped, albornoz, arroz y matiz. Ej.: Este césped está seco /El arroz está muy duro.

En –e (¿El aceite o la aceite?). Lo más normal es que sean masculinos: aceite, diente, guante, estante, esmalte. Ej: El aceite es caro. Existen, claro está, excepciones. Son femeninos: base, catástrofe, suerte, tardes: Ej.: Tiene una suerte tremenda. Las palabras “tilde” y “puente”, según la Real Academia Española, son indistintamente masculinas o femeninas, aunque lo normal, y lo más recomendable, es “la tilde” y “El puente”. Por otra parte, consorte o cónyuge son masculinos o femeninos, según se refieran a hombre o mujer. Ej.: El consorte fue denunciado /La consorte fue denunciada. El cónyuge debe ser respetado / La cónyuge debe ser respetada

En –n (El melón y la canción). También suelen ser masculinos: melón, algodón, andén, almacén, camión, corazón.. Hay algunos femeninos, muy pocos, como sartén. Son también femeninos casi todos los sustantivos terminados en –ión: nación, canción, religión, redacción, estación, reacción. Ej: La reacción del equipo fue inmediata.

En – r (¿El azúcar o la azúcar?). De los sustantivos terminados en – r sólo son femeninos: flor, labor y mujer. El resto son masculinos: lugar, solar, dolor, amor, comedor, reactor, azúcar. Ej: Ha comprado mucho azúcar moreno. Calor se usa casi únicamente como masculino: Hace muchísimo calor; como femenino, se usa coloquialmente en algunos lugares de Andalucía: Hace mucha calor. Color en la actualidad es masculino, aunque el femenino se admite en usos cultos o regionales. Mar admite masculino y femenino, aunque se usa casi siempre como masculino. Por lo general, hablan de la mar quienes viven junto a ella o de ella: Hoy la mar está picada. Recordemos al gran poeta español, Antonio Machado, cuando se refiere a los pescadores como hijos de la mar.

En – s (El compás, la caries, la apendicitis y la artrosis). En cuanto a los sustantivos terminados en – s, las palabras de más uso son generalmente masculinas: interés, compás, parchís, autobús. Aunque también tengamos “la tos”. Los femeninos suelen ser palabras menos utilizadas, técnicas o cultas: tesis, bilis, caries, crisis, elipsis, hipótesis, mies, paráfrasis, parálisis, perífrasis, simbiosis, síntesis, sintaxis, tisis. Son también de género femenino todos los tecnicismos médicos terminados en –itis, por lo general, nombres de enfermedades: apendicitis, artritis, colitis, otitis, pancreatitis. Así como todos los tecnicismos médicos, veterinarios, biológicos o botánicos, nombres también de enfermedades, terminados en –osis: artrosis, cirrosis, grafiosis, micosis, mixomatosis, osteoporosis.

En –l (Papel y cárcel). Se trata, prácticamente en su totalidad, de sustantivos masculinos: ángel, hotel, papel, mármol, cartel, clavel...Como casi siempre, hay algunas excepciones: cárcel.


3. Femeninos de profesiones o actividades

Nombres terminados en – o y – r. Las profesiones o actividades terminadas en –o, o en – r hacen su femenino de la forma habitual, es decir, en – a. Ej: Abogada, camarera, diputada, médica, ministra, profesora, corredora, jugadora, escritora, senadora. La Real Academia Española, como norma general, sugiere que la mayor parte de las profesiones que sirven para el masculino y para el femenino, es decir, aquellas que no terminan en –o, -a, se usen siguiente la norma lógica: el /la juez – aunque el D.R.A.E. también recoja “jueza”. Y lo mismo para casos como el/ la oficial, el / la fiscal, el /la concejal, el /la asistente, y el /la ayudante. No obstante, son perfectamente aceptables femeninos muy utilizados y que el uso ha impuesto, como “asistenta” ( en el caso de “empleada del hogar”), dependiente, clienta.

Nombres terminados en –ista. Como en el caso anterior, las palabras terminadas en –ista, que hacen referencia a una actividad profesional o a una ideología son indistintamente masculinas o femeninas, según se refieran a un hombre o a una mujer. EJ: el /la artista; ese /esa dentista; el turista alemán /la turista alemana; el periodista deportivo /la periodista deportiva; el diputado socialista /la diputada socialista.

Nombres terminados en – ante. También son indistintamente masculinos o femeninos los nombres que terminan en –ante, referidos también a profesionales o actividades. Ej Carlos Gardel fue un cantante Argentino/ Gloria Estefan es una cantante cubana. En esa película han participado muchos hombres como figurantes. En esa película han participado muchas mujeres como figurantes.

Nombres de títulos universitarios. Según informe de la Real Academia, fechado en 1930, los títulos universitarios han de tener “distinta denominación, masculina o femenina, según el uso de la persona que lo posea”. Es decir, que bachillera, licenciada, doctora, decana, arquitecta y rectora, están admitidos en nuestra lengua desde hace bastantes años y, por lo tanto, se pueden utilizar. Otra cosa diferente es el uso de los hablantes –hombres y mujeres- que han impuesto licenciada, doctora, decana e, incluso, rectora, y han olvidado, casi por completo, bachillera y arquitecta. Últimamente, con ánimo de unificar criterios, la Academia ha sugerido, no impuesto, que la denominación general del título debería ser indistinta: Título de bachiller, título de licenciado y doctor. Ej.: Luis /Marta ha obtenido el título de licenciado en Físicas. Otra cosa sería la aplicación concreta a personas, que debe hacerse según su sexo: Ej: Luis es licenciado en físicas /Marta es licenciada en Físicas. Algunos femeninos significan exactamente lo mismo que el masculino correspondiente, pero añaden el significado de “más grande”: bolso (de mano) /bolsa (de supermercado o de viaje); cántaro / cántara, charco /charca. Cubo /cuba, farol /farola, saco /saca.

4. Algunos casos especiales

a) Autodidacta y políglota ( o poliglota). Muchas veces se piensa que autodidacta (el que aprende solo) únicamente existe con esta forma y que, por tanto, se dice el / la autodidacta. No es cierto. Sigue la regla general, por lo que, según el Diccionario de la Academia, lo correcto es decir un hombre autodidacto y una mujer autodidacta. Existen también las formas polígloto /políglota (persona que habla varias lenguas), aunque lo más frecuente es el empleo del femenino: hombre políglota /mujer políglota. Las formas llanas etimológicas poligloto/ poliglota, se usan actualmente muy poco.

b) Modisto y sastra. Hasta hace poco sólo se admitían modista, mujer que confecciona vestidos y trajes para mujeres, y sastre, hombre que confecciona trajes para hombres. No tenían, por tanto, ni masculino ni femenino, respectivamente. En la actualidad, debido a la importancia social y cultural de la moda, se admiten “modisto”, hombre que confecciona ropa para mujeres, y “sastra”, mujer que realiza vestidos par hombre.

 
 
 
Tomado de Buitriago, A. y Torijano, A. (2001). Ortografía esencial del español: la mejor guía para escribir correctamente el español. Madrid: Espasa Calpe. Biblioteca El Nacional.