La memoria y el
aprendizaje están interrelacionados porque, cuando se memoriza, se produce una
transformación en el comportamiento del individuo, en respuesta a un estímulo;
entonces, el recuerdo consistirá en buscar el cambio sufrido por el sujeto, en
el momento en que ocurrió el estímulo. En el mismo sentido, se debe decir que
existe una memoria a corto, medio y largo plazo; la primera dura segundos, la
memoria a medio término es intermedia y la memoria a largo término provoca
cambios muy importantes que se producen cuando la persona se encuentra bajo
presión emocional fuerte, de aquí que el aprendizaje funciona mejor bajo estas
condiciones. Sin embargo, la memoria a corto plazo se produce, si se repite una función varias
veces y, en este caso, se puede transformar en largo plazo.
Una aproximación al estudio del cerebro indica que está compuesto de
unos 100 millones de neuronas y miles de millones de sinapsis para
comunicarlas; la información del exterior llega al cerebro a través de las
terminaciones nerviosas de los sentidos y, aunque realmente se procese el 100%
de esa información, distintos filtros hacen que al final sólo el 1% permanezca
en el consciente, de resto, se olvida el 99%. Sin embargo, lo maravilloso del
cerebro es que cualquier nuevo estímulo es capaz de despertar automáticamente
recuerdos que permanecían en el fondo del inconsciente; evidentemente, se
aprende por asociación.
No existe un lugar físico único para localizar la memoria en el
cerebro; al contrario, se encuentra diseminada por distintas localizaciones
especializadas. Mientras en algunas regiones del córtex temporal, están
almacenados los recuerdos de la más tierna infancia, el significado de las
palabras se guarda en la región central del hemisferio derecho y los datos de
aprendizaje en el córtex parieto-temporal; los lóbulos frontales se dedican a
organizar la percepción y el pensamiento; por eso, muchos automatismos están
almacenados en el cerebelo. (Ros, R. s.f.)
El proceso de la memorización consta de estas fases: 1) Imput (entrada de la información a
través de los sentidos; 2) Almacenamiento
y 3) Rememorización. Las dos primeras
fases son automáticas, mientras que la tercera a veces tiene fallos, debido a
que la rememorización es aleatoria, si las dos primeras fases han sido pasivas.
Por otro lado, el flujo de absorción de la fase dos es constante y, si llega demasiada
información, es posible que el cerebro no la puede absorber de forma apropiada;
de aquí que para mantener vivo un recuerdo, es necesario que las sinapsis se
mantengan activas, es decir, estimuladas con cierta frecuencia. Las cosas
memorizadas pero que no se utilizan, tienden a perderse de forma progresiva, es
lo que ocurre a los estudiantes con los conocimientos adquiridos durante el
anterior curso escolar: al principio, parecen perdidos en las vacaciones
escolares; pero si el nuevo profesor los vuelve a activar, reaparecerán como
por arte de magia. De la misma forma, se debe saber que el cerebro sólo puede
fijar siete informaciones a la vez, en cada momento; por lo que el material de
memorización debe ser dosificado. (Ros, R. s.f.)
2. Fases de la memorización
Una
vez que se percibe la realidad, comienza un proceso que conduce a retener en la
memoria dicha información; ello se consigue con la ayuda de las siguientes
fases:
§ Comprensión: supone la observación por medio de los sentidos
y el entendimiento de la información.
§ Fijación: se adquiere con la repetición; resulta
imprescindible fijar una información que interese, antes de recordarla.
§ Conservación: esta fase está
en función del interés, la concentración y el entrenamiento de la persona; de
todos estos factores dependerá el modo en que se memoriza.
§ Evocación: significa sacar
los conocimientos almacenados hasta el plano de la conciencia.
§ Reconocimiento: consiste en la interrelación de los conocimientos
nuevos y de los previos.
3. Desarrollo de la memoria
Para potenciar la capacidad de memorizar, se
aconseja lo siguiente:
§
Mejorar la
percepción defectuosa. Se debe intentar que intervengan todos los sentidos en
el aprendizaje, de manera que se logre la máxima atención y concentración.
§
Ejercitar la
observación, con entrenamiento, para captar detalles contrastados y otros menos
evidentes.
§
Poner en
práctica el método de clasificación, se retienen mejor los elementos de un
conjunto si se procede a su clasificación.
§
Captar el
significado de las ideas básicas de un tema.
§
Pensar con
imágenes, ya que la imaginación y el pensamiento están unidos; para conseguirlo,
hay tres principios:
1.
Exagerar
determinados rasgos, como si se tratase de una caricatura.
2.
Captar los
novedoso.
3.
Dar movimiento
a las imágenes pensadas, como si fueran una película.
§
Repetir las
ideas y los contenidos, para evitar la asimilación mecánica.
§
Hacer pausas
mientras se lee o se estudia, para recordar lo que se aprende.
§ Si se aprende algo justo antes de dormir, se
recordará mejor a la mañana siguiente; porque
durante el sueño no se producen interferencias.
§ Revisar lo antes posible el material estudiado, con
la ayuda de esquemas o resúmenes; para que aumente el número de repeticiones-fijaciones
y se consiga retraso en el olvido.
§ Utilizar las reglas
mnemotécnicas.
4. Principales
causas del olvido
§ Falta de
concentración.
§ Poca o mala
comprensión de lo estudiado.
§ Ausencia de repasos
o repasos tardíos y acumulados.
§ Estudio superficial
y pasivo, con poca reflexión y esfuerzo, por no haber manejado la información
con la ayuda de resúmenes, esquemas y subrayados.
5. Técnicas para
memorizar
Memorizar es grabar en la memoria los
conocimientos que queremos poseer para después recordarlos. Una gran cantidad de estudiantes de todo el mundo han utilizado una
serie de técnicas que les permitan memorizar esas largas listas de términos y
definiciones que tanto cuestan en los exámenes. Para no sufrir de angustias y
con la finalidad de que existan logros favorables en las evaluaciones, a
continuación se ofrecen algunas de las técnicas de memorización más conocidas.
·
El recorrido. Imaginar la existencia de un recorrido en cada
punto que se deba aprender; sólo se tienen que ir uniendo los puntos con un
recorrido lógico; por ejemplo, imaginar un recorrido en un automóvil, la
primera imagen, el auto, la segunda el semáforo, y así sucesivamente, la
carretera, el cruce; de esta forma, nunca se olvidará el orden de los elementos
previstos en los apuntes, porque se sigue el recorrido lógico.
·
Mnemotecnia. Es una de las técnicas más conocidas por los estudiantes de
todos los niveles, se relacionan los conceptos con juegos o canciones; por
ejemplo, se puede elaborar una palabra con las iniciales de cada uno de los
elementos de una lista, a modo de acróstico; esta palabra, memorizada, ayudará
en el examen, porque se podrá recordar
cada una de las diferentes divisiones.
·
Simbolismo. Si la subdivisión que se debe memorizar está con
números, es mejor sustituirlos por letras, para aplicar la regla mnemotécnica. El
simbolismo consiste en "fabricar" palabras a partir de la nada, y
darles significados personales para recordarlos después.
·
La historia. Esta técnica consiste en crear una historia a partir de
los datos que requieran ser aprendidos; de esta forma, se aprende de manera
entretenida y, casi nunca, se vuelven a olvidar las cosas memorizadas.
·
Rima. Consiste en buscar sonidos similares en los datos y, de
esta manera se recordarán, cuando se busque la consonancia entre ellos.
6. Otros consejos para memorizar
mejor
a) Si se necesita memorizar
un texto, hay que entenderlo primero;
como la simple memorización de las cosas se almacena en la memoria a corto
plazo, pasado el tiempo, se suele olvidar todo muy rápidamente; por el
contrario, si se ha estudiado a fondo y profundizado un conocimiento, se
introducirá en la memoria a largo plazo y será más difícil olvidarlo.
b) Crear "pistas"
para recordar las cosas.
• Reglas Mnemotécnicas. Son
especialmente útiles si hay que memorizar algo asignaturas como las matemáticas
o las Ciencias; en este caso, es recomendable el uso de abreviaturas,
acrónimos, ritmos, imágenes o números asociados al material que se necesita
memorizar.
• Fichas rápidas ("chuletas").
Las chuletas son muy efectivas, incluso, muchos estudiantes tras haberlas
realizado y trabajado a fondo, no las necesitan durante el examen. Se trata de
escribir un concepto o una fórmula matemática en una cara de la ficha y, en el
otro, más detalles o la demostración formal. Se examina uno a sí mismo, viendo
la ficha y tratando de recordar los detalles de la otra cara; es el mismo
método recomendado antes de comenzar una clase.
7. Alumnos auditivos, visuales y kinestésicos
Existe una clasificación de los alumnos, dependiendo de sus canales
sensoriales, facilidades e inclinaciones en el aprendizaje (Ros, R. s.f.). :
·
Los alumnos auditivos utilizan más su hemisferio dominante, unen
fácilmente los símbolos y saben hacer abstracciones con facilidad; por otra
parte, tienen una gran capacidad de adaptación al sistema escolar y su interés
se centra en las palabras y en los hechos; sin embargo, tienen grandes
dificultades para visualizar los esquemas y las imágenes, además, necesitan
mucho tiempo para llegar a conclusiones.
·
Los alumnos visuales utilizan con frecuencia su hemisferio no dominante
y se apoyan siempre en lo previamente conocido, sin comprobar su veracidad,
fotografían con facilidad lugares, escenas y personas. Son muy rápidos en el
pensamiento. De la misma manera, tienen gran capacidad para ver imágenes en el
espacio en tres dimensiones, esquemas y dibujos; también poseen dificultades
para formar conceptos abstractos y les cuesta memorizar información auditiva.
·
Los alumnos kinestésicos asimilan la información y la procesan a través
de su cuerpo; por ello, tienen fama de nerviosos, movidos e intranquilos; su
cerebro utiliza los movimientos motrices y, por esa razón, suelen ser personas
que expresan sus sentimientos, pero que se bloquean cuando se les exige que se
estén quietos; les aburren los profesores que no se mueven y están estáticos
durante las clases. Sin embargo, su memoria de actuación es mucho más efectiva
que la de los otros, aunque pueden verse desbordados por su afectividad.
8. Para estimular
la memorización en los alumnos
La siguiente lista puede contener
datos importantes para que el docente estimule la memorización de sus alumnos;
aunque la mayoría de los profesores ya son magos de la enseñanza cuando están
al frente de sus clases, por lo tanto, estas recomendaciones solamente ayudarán
a tener presente algunos de sus trucos.
- Utilizar todos los canales sensoriales que se pueda; en este caso, lo normal es que, en un salón de clases, concurran alumnos con preferencia por cada uno de los canales sensoriales, por lo que facilitará su aprendizaje si se elabora la información de forma visual, auditiva y kinestésica.
- Prestar especial atención a los alumnos kinestésicos y facilitarles el acceso a la información.
- Presentar la información en unidades lógicas, que se ensamblen unas a otras, para que el alumno pueda hacer asociaciones continuas.
- Evitar el aburrimiento, inventar cada día algo nuevo que sorprenda a los alumnos; es obvio que si éstos se aburren, es porque la información no les está llegando; en consecuencia, si las clases son más divertidas, se asimilará mejor el material variado y entretenido.
- Organizar un calendario de repasos, ya que la información queda grabada por la insistencia.
- Cambiar los papeles, hacer que sean los alumnos quienes expliquen las lecciones; cuando se asume un rol activo en al aprendizaje y hay que explicar algo al resto de los participantes, el cerebro lo organiza mejor y lo recuerda por más tiempo.
- Estimular la curiosidad de los alumnos en forma constante; el aburrimiento y la curiosidad son antagonistas.
- Evitar el estrés, porque es paralizante tanto para el docente como para el alumno.
- Se ha demostrado que el período de comprensión se sitúa entre 20 y 40 minutos; después, se deben procurar descansos periódicos; la atención no se puede mantener constante durante mucho tiempo, así que se deben hacer pausas y reposar, después de esto, la concentración vuelve a estar disponible.
- Motivar a los alumnos y estimular el éxito.
- Llevar a los alumnos a situaciones de aprendizaje real; por ejemplo, programar salidas, visitas y viajes.
- Permitirles experimentar por sí mismos.
- Enseñar a los alumnos a relajarse; de esta forma, la memorización se multiplicará.
- Un buen profesor estimula el desarrollo del cortex de sus alumnos; esto se consigue incitando la imaginación, fomentando la tolerancia y provocando que asuman las responsabilidades de su propio aprendizaje. (Ros, R. s.f.)
FUENTE
Carrera, L y M. Vásquez.
(2007) La Redacción y el Arte de la
Escritura. Caracas: Panapo
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