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sábado, 20 de octubre de 2012

LITERATURA PRECOLOMBINA

 
 
 
 
La literatura precolombina, como su propio nombre indica, hace referencia al conjunto de obras con valor literario producidas en América (del Norte, Central y del Sur) antes de la llegada de Cristóbal Colón y de la subsiguiente conquista española.
En ese largo período de tiempo, que va desde el surgir de los primeros pueblos americanos hasta la mencionada conquista, existieron literaturas muy diferentes, cada una propia de una cultura o pueblo. Hay tres de ellas que, sin embargo, fueron más brillantes y conocidas, tres literaturas que van en consonancia con las tres grandes culturas americanas precolombinas: la azteca, la maya y la inca. Cada una de ellas utilizó una lengua diferente. Los aztecas hablaban y producían su literatura en lengua nahuatl; los mayas en la llamada lengua maya; y los incas en lengua quechua. La lengua aymara por su parte también produjo, y en menor medida sigue produciendo, una importante literatura.
Una triste realidad común a estas tres literaturas que acabamos de mencionar es el escaso número de testimonios que conservamos. Si bien aztecas, mayas e incas fueron pueblos profundamente desarrollados y avanzados en su relación con las artes y las ciencias, no tuvieron por costumbre fijar por escrito su producción literaria. Ésta se basaba fundamentalmente en la tradición oral, y por este medio se transmitía y conservaba. Sólo algunas obras muy particulares se grababan en algún soporte pictórico.
Es bien sabida la aniquilación humana y material que sufrieron estos pueblos con la llegada de los españoles. La conquista destruyó sus culturas y muy pocos retos se conservaron. Lamentablemente, la literatura fue uno de los ámbitos más perjudicados, y sólo gracias a la labor de algunos cronistas, que tradujeron ciertas obras y las fijaron al alfabeto latino, se pudieron conservar algunos ejemplos de su literatura, si bien, probablemente, no de la forma en que fueron creados.
Por medio de esos ejemplos, sabemos que se trataba en su mayor parte de una literatura poética, que versificaba casi todos los géneros. Sabemos que su temática iba casi siempre relacionada con los dioses, bien en forma de himnos o alabanzas, bien en forma de descripción e instrucciones para rituales y conmemoraciones religiosas. Por otra parte, sabemos también que existía una literatura que hoy, amén de las lógicas reservas, podemos asimilar al ensayo: había obras, en efecto, que trataban de ciencias, astronomía y filosofía. 

LITERATURA AZTECA

 
 
La mayor parte de los pueblos habitantes de Mesoamérica antes de la llegada de los españoles desarrollaron sistemas de escritura, aunque estos sistemas casi nunca fueron empleados para conservar por escrito sus propias literaturas. La mayor parte de su haber literario se conservó y se transmitió únicamente a través del a tradición oral, y sólo algunas de sus obras fueron trasladadas al alfabeto occidental y conservadas por escrito. De hecho, tan sólo especialistas modernos, tales como Ángel María Garibay o Miguel León Portilla se han dedicado a traducir aquellos textos, por lo que su conocimiento, hasta hace no demasiado tiempo, era del todo inexistente.
El pueblo azteca, conocido también como mexica, fue sin duda el más exitoso de los pueblos precolombinos de Mesoamérica y logró dominar gran parte de su territorio. Los mexicas o aztecas fueron un pueblo de filiación nahua y, por lo tanto, hablante del náhuatl. Desarrollaron una escritura jeroglífica (o ideográfica), aunque en el momento de la conquista española su escritura había alcanzado ya un estadio fonético.
Tristemente, los españoles destruyeron muchos de los -de por sí escasos- registros literarios que guardaban los aztecas. Los que se lograron conservar mejor fueron los que grabaron los misioneros, utilizando el alfabeto occidental. De estos textos la mayor parte son poemas, que se conocen con el nombre de cuicatl. Los cuicalt incluían bailes y cantos, hablaban sobre la vida y la muerte y solían utilizarse como parte de celebraciones religiosas (estos poemas contaban con una importantísima significación religiosa). Otra manifestación literaria de tipo religiosa fueron los llamados cantos divinos o teocuícatl, que estaban destinados a los sacerdotes. Y al margen de los poemas religiosos, los mexicas produjeron también una especie de literatura para la guerra. Son los llamados cantos guerreros o yaocuícatl.
La poesía tenía una gran importancia en la sociedad mexica y gozaba de alta estima. Los jóvenes de las clases sociales con más recursos solían acudir a colegios llamados calmecac para aprender el arte de la poesía, y a colegios llamados caicalli para aprender el arte del canto. Saber escribir y recitar versos se consideraban buenos atributos en un joven de alta posición. Tenochtitlán, la capital del Imperio Azteca, así como Texcoco y Cualhtitlán, no por casualidad dos sus ciudades más importantes, fueron los tres mayores centros literarios de la civilización mexica. Al ser oral, no tenemos muchos registros de los principales autores de esta literatura. Solían ser los reyes quienes se atribuían las mejores obras, y entre ellos se considera a Nezahualcoyotl, que reinó en Texcoco durante el siglo XV, como uno de los más virtuosos. 
Otros tópicos de interés en la Literatura Náhuatl 

La literatura Náuatl fue escrita por los pueblos que se encontraban en el Valle de México y en algunas regiones que se encontraban en donde actualmente está Puebla y Tlaxcala. Esta literatura abarca un conjunto de obras diversas que abarca un periodo aproximado a los doscientos años (comenzó a finales del S.XIV y culmino en la conquista). Varios de los textos de la época que aún se conservan vienen de dos fuentes principales: de los códices que son copias de los documentos. Estas fueron realizadas por indígenas que se convirtieron al cristianismo. Sólo han sobrevivido nueve códices prehispánicos y alrededor de treinta posteriores a la conquista. Otra fuente es la tradición oral, esta fue recogida por frailes e historiadores y publicada en la lengua Náhuatl o traducida al español en diferentes épocas. 

La literatura Náhuatl se compone de poesía y prosa. La primera puede clasificarse como lírica y épica, mientras que la segunda es histórica y didáctica. Los temas abordados por la poesía lírica son: religiosos, heroicos, bélicos y filosóficos; mientras que la épica tiende hacia asuntos mitológicos, legendarios e históricos. Ejemplo de la poesía Náhuatl se encuentra en "Cantares mexicanos" que es un conjunto de poemas que se reunieron en el S.XVI por fray Bernardino de Sahagún, a través del material proporcionado por sus informantes indígenas. 

Por su parte, la prosa Náhuatl aparece agrupada en ciclos que narran el origen mítico de los antiguos mexicanos, en donde hablan sobre divinidades y su visión del mundo. Dichos ciclos son: "Las peregrinaciones", el de Quetzalcóatl, el de Tula, el de Tenochtitlan y la leyenda de los soles. Esta última es, de acuerdo con los especialistas, la concepción cosmogónica más importante de la lengua Náhuatl. Narra la creación del universo visible, el cual sería resultado de una serie de luchas, entre fuerzas divinas y elementos de la naturaleza. Segun el texto, a la edad de los hombres, originada por la confluencia de las fuerzas sobrenaturales en la superficie de la tierra, la precedieron otras cuatro, cuyos respectivos soles perecieron junto con todo lo viviente. 



Antología Náhuatl o Azteca
Los aztecas tuvieron una escritura ideográfica o jeroglífica. Con la llegada de los españoles, estaban en la etapa fonética y no se ha podido comprobar si podían representar los sonidos con letras. Aunque muchos códices fueron destruidos por los conquistadores, de todas maneras, han llegado a la actualidad por medio de misioneros o de la tradición oral algunas obras indígenas. Los tres lugares más importantes para el desarrollo cultural y literario lo constituyeron Tenochtitlán, Texcoco y Cualhtitlán. Tenochtitlán era la capital del imperio azteca (México) y poseía museos que han desaparecido. La poesía azteca era cantada y bailada, los temas eran los héroes, la historia, la vida y la muerte, cargados de significación religiosa. Componían también himnos a los dioses: los cantos divinos (teocuícatl) y los cantos guerreros (yaocuícatl). Usaban el verso de dos hemistiquios

Ánimo
¡No te amedrentes, corazón mío!
Allá en el campo de batalla
ansío morir a filo de obsidiana.
Oh, los que estáis en la lucha:
yo ansío morir a filo de obsidiana.
Sólo quieren nuestros corazones la muerte gloriosa.

Atavíos de Xochipilli, príncipe de la flor
Está teñido de rojo claro,
lleva su afeite facial figurando llanto,
su gorra con penacho de plumas de pájaro rojo.
Tiene su bezote de piedras preciosas,
su collar de piedras verdes.
Sus tiras de papel puestas sobre el pecho,
su ropaje de orilla roja con que ciñe sus caderas.
Sus campanillas, sus sandalias con flores.
Su escudo con la insignia solar en mosaico de turquesas,
de un lado lleva
un bastón con remate de corazón y penacho de quetzal.

La madre de los dioses

Id a la región de los magueyes salvajes,
para que erijáis una casa de cactus y magueyes,
y para que coloquéis esteras de cactus y magueyes.

Iréis hacia el rumbo de donde la luz procede
y allí lanzaréis los dardos;
amarilla águila, amarillo tigre, amarilla serpiente
amarillo conejo y amarillo ciervo.
Iréis hacia el rumbo de donde la muerte viene.
También en tierra de estepa habréis de lanzar los dardos:
azul águila, azul tigre, azul serpiente,
azul conejo y azul ciervo.
Y luego iréis hacia la región de sementeras regadas.
También en tierra de flores habréis de lanzar los dardos
blanca águila, blanco tigre,
blanca serpiente,
blanco conejo y blanco ciervo.
Y luego iréis hacia la región de espinas.
También en tierra de espinas habréis de lanzar los dardos:
roja águila, rojo tigre, roja serpiente,
rojo conejo y rojo ciervo.
Y así que arrojéis los dardos y alcancéis los dioses,
al amarillo, al azul, al blanco, al rojo:
águila, tigre, serpiente, conejo, ciervo,
luego poned en la mano del dios del tiempo,
del dios antiguo, a tres que habrán de cuidarlo:
Mixcoatl, Tozpan, Ihuitl.

Desde donde se posan...
Desde donde se posan las águilas,
desde donde se yerguen los jaguares,
el Sol es invocado.
Como un escudo que baja,
así se va poniendo el sol.
En México está cayendo la noche,
la guerra merodea por todas partes,
¡Oh Dador de la vida!,
se acerca la guerra.
Orgullosa de sí misma
se levanta la cuidad de México-Tenochtitlan.
Aquí nadie teme la muerte en la guerra.
Ésta es nuestra gloria.
Éste es tu mandato.
¡Oh Dador de la vida!
Ténedlo presente, oh príncipes,
no lo olvidéis.
¿Quién podrá sitiar a Tenochtitlan?
¿Quién podrá conmover los cimientos del cielo...?
Con nuestras flechas,
Con nuestros escudos,
está existiendo la ciudad
¡México-Tenochtitlan subsiste!.

Belleza del Canto
Llovieron esmeraldas;
ya nacieron las flores:
Es tu canto.
Cuando tú lo elevas en México,
el sol está alumbrando.

El Ave y la Mariposa
¿Qué es lo que dice el ave roja del dios?
Es cual un repicar de sonidos: anda chupando miel.
¡Que se deleite: ya se abre su corazón:
es una flor!
Ya viene, ya viene la mariposa:
viene, viene volando; viene abriendo sus alas:
Sobre las flores anda chupando miel.
¡Que se deleite: ya se abre su corazón:
es una flor!

La Vida Pasa: Hay que Vivir
No por segunda venimos a la tierra
príncipes chichimecas.
Gocémonos y tráiganse las flores.
¡Al Reino de la Muerte! . . . sólo estamos de paso:
¡de verdad, de verdad nos vamos!
¡Verdad es que nos vamos!
Verdad es que dejamos las flores y los cantos
y la tierra . . . ¡Sí de verdad, de verdad nos vamos!
¿A dónde vamos? ¿A dónde vamos?
¿Estamos allá muertos o aún tenemos vida?
¿Hay un sitio en que dura la existencia?
¡En la tierra tan sólo
es el bello cantar, la flor hermosa:
es la riqueza nuestra, es nuestro adorno:
gocémonos con ella!
Príncipes chichimecas: gozad,
allá donde nos vamos es la Casa del rey de los muertos,
del dios que lanza luces y envuelve en sombras [Popocatzin],
es el sitio a que regresan nuestros abuelos.
Os lanzáis al abismo:
nadie en la tierra queda:
¡En la tierra tan sólo
es el bello cantar, la flor hermosa:
es la riqueza nuestra, es nuestro adorno:
gocémonos con ella!

¡Huida de Quetzalcoat!
En Tula existió la Casa de Madera;
aún perduran las columnas en forma de serpientes;
las dejó al irse Nácxitl Topiltzin.
Al son de trompetas es llorado por nuestros príncipes.
Ya se va el que ha desaparecer allá en Tlapalla.
Íbamos allá a Cholula, junto al Poyauhtécatl;
é la había traspasado para ir a Acalla.
Al son de trompetas es llorado por nuestros príncipes.
ya se va el que ha de perecer allá en Tlapalla.
Llegué a Nonoalco, yo cual quéchol de finas plumas,
yo el príncipe Mamali y quedé desolado.

Misión del Poeta
Sólo venimos a llenar un oficio en la tierra, oh amigos;
tenemos que abandonar los bellos cantos,
tenemos que abandonar también las flores.
Por eso estoy triste en tu canto,
oh tú por quien se vive.
Brotan las flores, medran, germinan, abren corolas:
de su interior brota el canto florido que tú, poeta,
haces llover y difundes sobre otros.

Misión del Poeta (Otra)
¡Sin duda eres el ave roja del dios,
sin duda eres el rey del que da vida!
Vosotros, los primeros que mirasteis la aurora
aquí cantando estáis.
¡Esfuércese en querer mi corazón
sólo flores de escudo: son las flores del sol!
¿Qué hará mi corazón?
¿Es que en vano venimos, pasamos por la tierra?
De modo igual me iré
que las flores que fueron pereciendo;
¡Nada será mi renombre algún día!
¡Nada será mi fama en la tierra!
¡Al menos flores, al menos cantos!
¿Qué hará mi corazón?
¿Es que en vano venimos, pasamos por la tierra?

¿Qué estáis pensando, príncipes de Huexotzinco?

¿Qué estáis pensando, príncipes de Huexotzinco?
Fijad la vista en Acolhuacan,
la tierra arrasada, como sementera de Huexotla,
de Itztapalocan.
¡Reina la noche en la ciudad!
Allí está erguido el sabino, la ceiba,
la acacia y la cueva:
Tetlacuahuac, que conoce al dios que da vida

¡Oh príncipe mío, Tlacateotl chichimeca!
¿Por qué motivo nos aborrece Tezozomoctzin?
¡Acaso muerte nos prepara y guerra quiere!
¡Ya está tendida la batalla en Acolhuacan!
Aunque afligidos, damos placer
al dador de vida,
el Colhua Mexicano Tlacateotl.
¿Acaso muerte nos prepara y guerra quiere?
¡Ya está tendida la batalla en Acolhuacan!
 

LITERATURA INCAICA

La civilización inca logró formar un extenso y poderoso imperio en la época precolombina; imperio que logró ser el estado prehispánico de mayor extensión de toda América, y que subsistió durante siglos. De ese poderoso imperio han quedado restos monumentales y artísticos, pero no nos resulta nada fácil hacer un estudio sobre su literatura, dado que no se conserva ningún testimonio directo en forma escrita que pueda ser estudiado por expertos en el tema. 

 Los incas se expresaban en lengua quechua, un idioma que por cierto pervive hoy en día y es ampliamente usado en diversas regiones de América Latina. Sin embargo, no tenían costumbre de poner por escrito sus leyendas y tradiciones. La única forma de escritura que se les conoce es la de los quipus, compuesta por unos hilos de diferentes colores que anudándose en formas distintas les servía como materia escriptoria. Los quipus eran muy útiles, en efecto, para mantener los registros y la contabilidad del estado, pero no eran desde luego idóneos para escribir literatura. 

 De este modo, la literatura de los incas (o “literatura incaica”) se componía exclusivamente de testimonios orales. Cómo funcionaba, qué temas trataban, qué historias contaba y qué autores destacaron son preguntas que sólo pueden obtener respuestas parciales y especulativas. Si bien los cronistas españoles transcribieron algunos ejemplos, y otros se perviven aún gracias a la tradición oral, resultan muy poco numerosos y tal vez no sean lo suficientemente significativos como para abordar un estudio sistemático que mejore nuestro conocimiento de la literatura incaica.  Sabemos, en cualquier caso, que la literatura de los incas era mayormente poética, y se mantenía centrada en temas directamente relacionados con la naturaleza, como las plantas, las flores y los animales. Los investigadores asocian esta tendencia a la naturaleza fundamentalmente agrícola de su civilización.  La música y la danza, al parecer, eran parte misma de la experiencia literaria, y componían juntas parte integrante de la representación. 

 Se conocen al menos varios tipos de poesías, que son: 

·         Wawaki, era entonado en las fiestas de la luna por coros juveniles.
·         Huahuay, poemas de naturaleza triste y melancólica.
·         Yaravía, poemas relacionados con el amor.
·         Huaino, poemas relacionados con el amor erótico.
·         Triunfo, poemas relacionados con la guerra y la victoria. Era un canto al trabajo o a la victoria.
·         Aymoray, poemas de inspiración rural y agrícola. 

Sobre la autoría, se saben pocas cosas. Los incas contaban con autores oficiales residentes en la corte y llamados amautas, así como con poetas populares que tal vez “recitaran” en las calles y que recibían el nombre de haravec. 



Antología de Poesías incaicas
En general, no han quedado textos literarios escritos de los incas, pero han subsistido algunas tradiciones orales y transcripciones realizadas por los conquistadores españoles. Los incas no tuvieron sistema de escritura ideográfica y su poesía tenía como temas las plantas, las flores, los animales, debido a sus actividades agrícolas; además, estaban acompañadas con música y baile. El poeta oficial de la corte era el amauta y el poeta popular se denominaba haravec.

Canto a la Machi
Serás machi, me dijo
el rey de la tierra;
sola me ha mandado;
machi ¡ay! Me dijo
el rey de la tierra: aproxímate,
soy el rey médico
y te digo seas médica.
Por eso con mi solo poder
no he sido machi.

Himno a Wiraqocha
¡Ah Wiraqocha, de todo lo existente el poder!
Que éste sea hombre,
que ésta sea mujer (dijiste).
Sagrado... señor,
de toda luz naciente
el hacedor.
¿Quién eres?
¿Dónde estás?
¿No podría verte?
¿En el mundo de arriba
o en el mundo de abajo,
o a un lado del mundo
está tu poderoso trono?
¡Jay!, dime solamente
desde el océano celeste
o de los mares terrenos en que habitas.
Pachacamac
creador del hombre.
Señor, tus siervos,
a ti,
con sus ojos manchados
desean verte.
Cuando pueda ver,
cuando pueda saber,
cuando sepa señalar,
cuando sepa reflexionar,
me verás,
me entenderás.
El sol, la luna,
el día, la noche,
el verano, el invierno
no están libres,
ordenados andan:
están señalados
y llegan
a lo ya medido.
¿Adónde, a quién
el brillante cetro
enviaste?
¡Jay!, dime solamente,
escúchame
cuando aún
no estás cansado,
muerto.
 

LITERATURA MAYA


Los Mayas ocupaban los territorios del sur de México (Chiapas, Yucatán y Tebasco), Guatemala, y el noroeste de El Salvador y Honduras. Estaban organizados en clanes y con patriarcado. El padre representaba la mayor autoridad y era denominado "yum". El conjunto de clanes formaba la tribu, y la confederación de tribus era regida por un Consejo de Ancianos. A su vez había un Jefe Hereditario que gobernaba cada estado.  

La sociedad se dividía en 

·                   Nobles (caciques)
·                   Sacerdotes (A cargo de sacrificios, predicciones, ofrendas, etc)
·                   Pueblo (trabajadores de la construcción y las labores agrícolas)
·                   Esclavos (clase social más baja)

Su economía se basaba en la agricultura, en especial maíz, cacao y algodón. Poseían conocimientos de industria textil, metalúrgica, alfarera. Fabricaban objetos con oro, cobre y bronce. En sus telas trataban de reproducir la imagen del tótem que era adorado por cada tribu. Fabricaban pinturas con tintes minerales y vegetales que mezclaban con una sustancia viscosa para que se adhiriera a los elementos que se pintaban. En arquitectura llegaron a levantar importantes templos y monumentos, en centros arquitectónicos como Chichén Itzá, Tikal, Copán, Palenque, Uxmal. Mantenían un ejército para su defensa, y usaban escudos, flechas y lanzas en sus enfrentamientos. Eran politeístas. Adoraban a dioses beneficiosos (lluvia, trueno, maíz) y dañinos (guerra, sequía). Tenían un calendario, y dividían el año en 365 días con 18 meses de 20 días, y agregaban cinco días. Su escritura consistía en un sistema de símbolos tipo jeroglífico, y el primer sistema de escritura de América.  

Escribieron sus libros con un papel fabricado con fibras vegetales, y se escribían en una larga tira que se doblaba sobre sí misma muchas veces, y para leer se desplegaban. las tapas se realizaban en madera con adornos. Pocas son las obras literarias que sobrevivieron, pues los conquistadores las destruyeron para tratar de terminar con su superstición y creencias. Los libros de la literatura maya que se conocen, son de temas religiosos y mitológicos y no son de fácil interpretación. Hacen continua alusión a su historia, su religión y la ciencia de su época, con un profundo sentido patriótico y poético.

Entre las principales obras se pueden citar:
 
1.      El Libro de Chilam Balam es uno de los más famosos, pues refleja la desesperación del aborigen por la invasión de los conquistadores. Se hallaron varias versiones de esta obra, con contenidos distintos según el pueblo que la hubiera escrito, pues se hacían diferentes versiones en los distintos clanes. Pero por su contenido de diversos temas: religiosos, históricos, literarios, sobre astronomía y calendarios, se puede apreciar toda la sabiduría del pueblo maya. Se cree que sus autores fueron sacerdotes que transcribieron manuscritos sagrados, a los que acotaron noticias locales y elementos de la historia de cada lugar. Eran considerados libros sagrados y se los leía en ocasiones especiales. Las copias que se conservan no son las originales, sino transcripciones de alrededor del siglo XVI.
 
2.      El Popol Vuh, Las antiguas Historias del Quiché, el más conocido, es el libro sagrado de los quichés que habitaban en la zona de Guatemala. Se explicaba en él el origen del mundo y de los mayas. También se relataba la historia de todos los soberanos. Se puede señalar que hay allí una conjunción de religión, mitología, historia, costumbres y leyendas. Es esencialmente una descripción del conjunto de tradiciones mayas de quienes habitaban la región guatemalteca; pero también aparecen agregadas algunas ideas cristianas, lo que hace suponer que el autor conocía a misioneros católicos. No se conoce el nombre del autor pero por datos sacados del contenido de la obra, se supone que ha sido escrito hacia 1544. Fue escrito originalmente en piel de venado, posteriormente trascripto en 1542 al latín por Fray Alonso del Portillo de Noreña. La versión española fue realizada sobre este último texto en el siglo XVIII (1701) por el fraile dominico Francisco Ximénez que se había establecido en Santo Tomás Chichicastenango; Popol Vuh lo llamó un estudioso de temas americanistas, que en el siglo XIX lo tradujo al francés, Charles Etienne Brasseur de Bourbourg. El significado de los términos que conforman el nombre es: Popol: Palabra maya que significa reunión, comunidad, casa común, junta. Vuh: Libro, papel, árbol de cuya corteza se hacía el papel. Para los Quichés de Guatemala, hombres del bosque o de los magueyes, el Popol Vuh es una Biblia.
En el libro se distinguen tres partes:
·         La primera es una descripción de la creación del mundo y del origen del hombre, que después de varios fracasos fue hecho de maíz, el alimento que constituía la base de su alimentación.
·         La segunda parte trata de las aventuras de los jóvenes semidioses Hunahpú e Ixbalanqué que termina con el castigo de los malvados, y de sus padres sacrificados por los genios del mal en su reino sombrío de Xibalbay.
·          La tercera parte es una historia detallada referida al origen de los pueblos indígenas de Guatemala, sus emigraciones, su distribución en el territorio, sus guerras y el predominio de la raza quiché sobre las otras hasta poco antes de la conquista española. Describe también la historia de los Reyes y la historia de conquistas de otros pueblos.
 
3.      El Rabinal Achí: Se ha conservado esta pieza dramática escrita en el pueblo quiché y que trata sobre la rivalidad entre dos ciudades-estados, y la captura y muerte de un guerrero notorio.
 
4.      Los Anales de los Cakchiqueles es una conjunción de datos históricos, mitológicos y religiosos, escrito en lengua maya y caracteres latinos.

 
 
NOTA: Si se desea una información más completa acerca del Popol Vuh, se puede consultar en este mismo blog el siguiente título: CONTEXTO HISTÓRICO-SOCIAL: LA CULTURA MAYA http://liduvina-carrera.blogspot.com/2011/10/el-popol-vuh-y-la-cultura-maya.html
 
FUENTE
La literatura azteca. (s.f.). Bibliotecas virtuales.com (Documento on line). Disponible: http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/literaturaaborigen/literaturaazteca.asp
Literatura precolombina. (s.f.). Lengua en la Guía 2000. (On line). Disponible: http://lengua.laguia2000.com/literatura/literatura-precolombina (Consulta: 03/08/2012).
Maru (2010. Agosto, 26). Literatura Náhuatl. El blog de marubuelna (Documento en Línea). Disponible: http://espacioliterario.obolog.com/literatura-nahuatl-865812 (Consulta: 03/08/2012)
 
 
 

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