El adjetivo es la palabra que se junta al sustantivo para calificarlo (¿cómo es?) y determinarlo (¿cuál es?). Hay, pues, adjetivos de dos clases: calificativos y determinativos. El adjetivo es siempre un complemento del sustantivo. Es calificativo el adjetivo que expresa una cualidad del sustantivo. Ej.: alumnos estudiosos, mansa oveja. Es determinativo el que señala al nombre indicando: El lugar en que se halla: Este libro. Su dueño: Mi libro. Su número o cantidad: Tres libros. Su cantidad vaga: Algunos libros. En otras palabras, el adjetivo delimita el concepto designado por el nombre al que acompaña; en otras palabras, precisa su significado y le añade diferentes matices. Es la palabra que modifica al sustantivo. Desde el punto de vista del significado, el adjetivo expresa cualidades, aunque es preciso matizar, pues algunos hacen referencia a cualidades propiamente dichas (alto, simpática, bueno), pero otros a estados (soltero, sano, convaleciente), otros actividades o actitudes (creador, hablador, pasivo), otros a posibilidades (temible, creíble, aceptable), otros clasifican procedencia o nacionalidad (libanés, sudafricano, venezolano).
Su función específica es la de calificar al sustantivo y puede hacerlo de las siguientes maneras:
Clasificación• Directamente, yuxtapuesto al nombre: viuda alegre.• A través de un verbo copulativo, a manera de atributo en el predicado nominal: La viuda es alegre.• Modificando simultáneamente, como adyacente, a un nombre y a un verbo; es el complemento predicativo: Juan viaja feliz.
Los adjetivos se dividen en demostrativos, posesivos, de cantidad (numerales e indefinidos), interrogativos y exclamativos.
1. Adjetivos demostrativos. Señalan la situación espacial o temporal del sustantivo al que determinan con respecto al hablante. Poseen las variaciones formales de género y numero.
2. Adjetivos posesivos. Establecen una relación de posesión o pertenencia entre las personas gramaticales y el nombre al que determinan También poseen formas apocopadas que siempre se colocan antes del nombre o sustantivo: mi-mis; tu-tus; su-sus.
3. Adjetivos que designan cantidad. Se dividen en numerales e indefinidos). Los numerales delimitan con exactitud la extensión cuantitativa del nombre al que preceden y se dividen, a su vez, en cardinales y numerales (igual que los pronombres). Los cardinales nombran la serie natural de los números enteros: un niño, dos tenedores. Los ordinales indican la situación u orden dentro de la sucesión de números enteros. Llevan obligatoriamente un artículo y concuerdan en genero y numero con el sustantivo al que se refieren: primer año – primera vez; décimo año – décima vez. Los denominados adjetivos indefinidos expresan la cantidad de forma subjetiva, según sea percibida la cantidad por el hablante: mucho dinero, poco trabajo. En el grupo de los indefinidos también se añaden los denominados existenciales: ningún niño, algún hombre.
4. Adjetivos interrogativos y exclamativos. Introducen oraciones con sentido interrogativo o exclamativo. Determinan a sustantivos cuya identidad o cantidad está por precisar; es de hacer notar que siempre van acentuados: ¿cuál ejemplar?; ¿Qué noticia?; ¿Cuántas veces? ¡ Qué alegría! ¡Cuánta miseria!
Concordancia
Por regla general, el adjetivo concierta con el nombre (o pronombre) al cual se refiere, en género y número. Así, “cordero”, que está en masculino singular, exige un adjetivo que esté también en masculino singular. Ej.: “manso cordero”.
Casos particulares
- Si el adjetivo se refiere a dos o más nombres masculinos o de diverso género, deberá usarse en plural y en masculino. Ej.: “El león, el tigre y la pantera son indómitos”.
- Si se refiere a dos o más nombres, todos femeninos, entonces irá en plural, pero en femenino. Ej.: “La leona, la hiena y la pantera indómitas”.
Apócope del adjetivo
Apócope es la pérdida de una o más letras al fin de un vocablo. Los adjetivos que la sufren son los siguientes:
- Los calificativos bueno y malo, pierden la o, cuando preceden inmediatamente a un nombre masculino en singular. Ej.: “buen principio”, “mal trabajador”; sin embargo, “Bueno y santo varón”.
- El calificativo santo pierde la sílaba to cuando precede inmediatamente a nombres propios de varones canonizados por la Iglesia. Ej.: San Pedro, San Juan. Por excepción, se usa entero delante de los nombre Domingo, Tomás o Tomé y Toribio. Ej. Santo Domingo, Santo Tomás. Lo mismo ocurre con los santos del Antiguo Testamento: Santo Job, Santo Abrahán, etc. No se dice San Santiago, sino Santiago, ya que lleva asimilado el san (proviene de Sant Iago).
- El calificativo grande pierde, por lo general, la sílaba de, cuando precede inmediatamente a nombres en singular, masculinos o femeninos, máxime para expresar estimación o excelencia. Ej. gran capitán, gran catástrofe, gran cosa.
- Los posesivos mío, tuyo y suyo y sus plurales se convierten en mi, tu, su, mis, tus, sus, cuando preceden a nombres de cualquier género y número, aun cuando se intercale alguna otra palabra. Ej. mi padre, tus obras, mis caros ideales, etc.
- Los numerales cardinales uno (masculino solamente) y ciento se convierten en un y cien cuando preceden al nombre. Ej. un libro, cien libros. Entre ellos y el nombre se puede interponer un adjetivo. Ej. cien valientes guerreros. Lo mismo sucede con veintiuno; “veintiún años después”, pero, “veintiuna horas”. Sí ciento no precede al nombre como adjetivo o se usa como nombre será viciosa la apócope. Debe decirse: Una vez y otras ciento; los muertos pasaron de ciento; ¿Cuántos quiere? Quiero ciento; A diez bolívares el ciento; Ganó el ciento por ciento; La página ciento. Etc.
- El ordinal primero pierde la o cuando precede en singular a un nombre. Ej. El primer combate, El primer grito. Pero se dirá “El primero y único sábado libre de la semana”.
- Los ordinales tercero y postrero casi siempre suelen perder la o en las condiciones del anterior. Ej. El tercer momento; El postrer día”.
- Los indefinidos alguno y ninguno si preceden, aun no inmediatamente, al sustantivo masculino singular, pierden la o. Ej. Algún signo; Ningún indicio; Algún buen campesino; Ningún ilustre capitán. Etc.
Al respecto, se puede observar el siguiente cuadro:
EJERCICIOS
I. Lee con atención el siguiente fragmento de la novela La familia de León Roch de Benito Pérez Galdós, extrae los adjetivos que aparecen, indica el sustantivo al que se refieren y clasifícalos.
La mujer de León Roch era de gallarda estatura y de acabada gentileza en su talle y en su cuerpo, cuyas partes aparecían tan concertadas entre sí y con tan buena proporción hechas que ningún escultor la soñará mejor. Sus cabellos eran negros, su tez blanca, linfática, con escasísimo carmín, y así se realzaba su expresión seria y apasionada en tal manera, que cuantos la veían se enamoraban y sentían envidia de su esposo. No tenía tipo español y su perfil parecía raro en nuestras tierras pues era el perfil de aquella Minerva ateniense que rara vez hallamos en personas vivas, si bien suele verse en España y en Madrid mismo, donde hallara el curioso un ejemplar único, perfecto. Sus ojos eran rasgados, grandes, de un verde océano con movible irradiación de oro, y miraban con serenidad sentimental, que podría pasar por sosa aquí donde, si se reúne mucha gente y un ejército de ojos negros, se advierte un verdadero tiroteo granizado de saetazos.
II. Transforme los adjetivos de las siguientes oraciones en su forma apocopada
1. Un niño cualquiera no puede entrar en ese juego de pequeñitos.
2. No hemos podido disfrutar de ninguno de los beneficios.
3. Ese alumno es el primero de su clase.
4. Un ciento de soldados luchó en la batalla y estaba bien organizado.
5. Parece que alguno de los periodistas estaba mal informado.
6. El santo preferido de mi abuelita se llama Andrés.
7. Se dice que el dictador fue un gobernante malo.
8. El aire puro es bueno para la salud de los enfermos con problemas respiratorios.
III. Subraye los adjetivos demostrativos que aparecen las siguientes oraciones
1. Estos niños son muy buenos estudiantes, pero aquéllos son terribles.
2. Me gustaría probar estos alimentos sin la preocupación de que me moleste la alergia.
3. No he olvidado aquellas vacaciones tan lindas en playa.
4. Todos estos jóvenes pertenecen a la banda de guerra del colegio y esos instrumentos les pertenecen.
5. Estos implementos son nuevos en el campamento.
6. Aquellos días felices de la infancia ya no se repetirán, por ese motivo hay que disfrutar el presente.
7. Aquel recuerdo le martillaba en la mente con ahínco.
IV. Escriba en los espacios en blanco el adjetivo posesivo que corresponda, de acuerdo al sentido.
1. __________ habitación es tan cálida como su dueña.
2. Éste es ___________ cuaderno, pero podrías prestármelo
3. __________ cepillo de dientes jamás lo presto a nadie
4. __________ esposa es mucho más joven que él
5. __________ culpas no me dejan dormir
6. Las razones __________no me incumben
7. Esta huerta __________ la adquirí hace mucho tiempo
8. Esa pena __________te matará. (Munguía Zatarain, I. y otros. 2002).
V. Identifique los adjetivos indefinidos en las siguientes oraciones
1. Alguna persona lo llamó esta mañana.
2. La señora le dio ciertos consejos cuando la visitó.
3. Cualquier persona sabe ese asunto.
4. Dejó todos los libros en algún sitio y no lo recuerda ahora.
5. Me ha dado mucha rabia que no me hayas llamado para ir a la fiesta.
6. Algunos amigos me avisaron que no vendrías en el avión de las 9 a.m.
7. Ya no tiene ningún amigo, todos se han ido de vacaciones.
8. Le dije que podría darme cualquier regalo, lo importante es que lo recuerde.
9. ¡Ojalá! alguien me diga qué pasó en esa reunión.
VI. Subraye los adjetivos que haya en el siguiente texto y clasifíquelos
Arrastrado por su genial temeridad, y en medio de aquella escena muda y imponente, Páez lanza su caballo a las ondas del impetuoso Arauca. Tras él, como un torrente, se precipitan a la vez, presurosos, revueltos, ciento cincuenta jinetes escogidos: la fLor de los lanceros del Apure. Cruzan a nado y sin ser vistos, a dos millas del enemigo, el caudaloso río, se alinean en la opuesta ribera, y saludando con un grito de guerra al asombrado ejército de aquellos republicanos que contestan con ruidosos aplausos, parten veloces tras las huellas de Páez, sobre la fila formidable de relucientes bayonetas que cubre el horizonte. (Eduardo Blanco. Venezuela Heroica).
VII. Escriba un adjetivo numeral en los espacios en blanco
1. El _________puesto estaba ocupado.
2. En las Olimpíadas, ganó el ___________lugar.
3. Es un viejito que tiene _________ años, pero se ve muy bien.
4. Sólo tengo ________ manos, así que no me pidas tantas cosas a la vez.
5. ________sólo días bastó para que se enamorara de la vecina.
6. Como era tan pequeñito, siempre se sentaba en el _________ puesto.
7. Pasó al _________ grado con sólo ________ años; se ve que era buen chico.
VIII. Añade un adjetivo a cada uno de los sustantivos que aparecen a continuación
Aire. Árboles. Niños. Mujeres. Hermanas. Corazón. Piedad. Ilusión. Gente. Maravilla. Apartamento. Archivado. Libro. Empresa. Gerente. Caballo. Clientes. Avenida. Objetos. Sonido. Sabores. Oraciones. Energía. Ciudad. Oso. Cielo. Aviones. Pasión.
IX. Lee el texto que se te ofrece a continuación, extrae los adjetivos e indica la concordancia con el sustantivo al que modifican
Cuatro meses después de su prisión, la Real Audiencia condenaba a muerte a don Fernando de Vergara. Éste desde el primer momento había declarado que mató al marqués con alevosía, en un arranque de desesperación de un jugador arruinado. Ante tan franca confesión no quedaba al tribunal más que aplicar la pena. Evangelina puso en juego todo resorte para libertar a su marido de una muerte infamante; y en tal desconsuelo, llegó el día designado para el suplicio del criminal. Entonces la abnegada y valerosa Evangelina resolvió hacer por amor al hombre, padre de sus hijos, un gran sacrificio sin ejemplo. (Ricardo Palma. Tradiciones peruanas).
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