Las oraciones pueden clasificarse de acuerdo a dos criterios básicos:
a) Desde el punto de vista de la actitud del hablante, son enunciativas, interrogativas, exclamativas, imperativas, desiderativas y dubitativas.
b) De acuerdo con el tipo de verbo que tengan, son: copulativas, transitivas, intransitivas, reflexivas, reciprocas, pasivas e impersonales.
a) Según la actitud del hablante
Según la actitud que toma el hablante respecto al interlocutor, la oración será de diversos tipos, cada uno de los cuales va señalado por ciertas marcas y una entonación específica.
- Enunciativas son aquellas oraciones en que se comunica, sin más, un hecho, ya sea afirmándolo (enunciativas afirmativas) o negándolo (enunciativas negativas): “Este libro me gusta”; “Tu hermano no es estudioso”. Las oraciones enunciativas también se llaman declarativas o aseverativas porque el hablante solamente enuncia un juicio, una idea, una opinión; estas oraciones informan de algo que esta sucediendo, que ha sucedido o que puede suceder.
- Interrogativas son aquellas oraciones en que se hace una pregunta, ya sea de forma directa (interrogativas directas): ¿Qué has hecho de tu camisa nueva?; o de forma indirecta (interrogativas indirectas): Preguntó dónde íbamos a estudiar mañana. En la comunicación oral una pregunta se reconoce por la entonación, pero en la lengua escrita es necesario representarla gráficamente con los signos de interrogación, abierto al principio y cerrado al final: ¿Cómo estás? Existen, además, oraciones de este tipo que no se escriben entre signos de interrogación; son las denominadas interrogativas indirectas (ya mencionadas anteriormente) y se reconocen por la presencia de un adverbio o pronombre interrogativo que va acentuado: “No sabía cuándo podrías venir”.
- Imperativas son aquellas oraciones en que el hablante da una orden. Normalmente se emplea en verbo imperativo: “Cállate, niño”; aunque también se puede usar el futuro simple de indicativo: “Harás lo que yo te diga”. Se le conocen, de la misma manera, como exhortativas o de mandato; ya que expresan una petición, una orden, un ruego o una súplica.
- Exclamativas son aquellas oraciones en que se pone un énfasis especial en la comunicación transmitida o se expresa una emoción: “¡Eso es una vergüenza!”, “¡Qué tontería has dicho!”, “¡Cuánto nos ha hecho sufrir esa gente!”. Al igual que la imperativa, es la entonación lo que en ocasiones convierte una enunciativa en exclamativa. El campo de las oraciones exclamativas está cercano a la interjección, pero no hay que olvidar que una interjección por sí misma no constituye oración. En el lenguaje oral se reconocen por la entonación y, en el escrito, por la presencia de los signos de admiración, al principio y al final de la oración.
- Desiderativas son llamadas también optativas y son aquellas oraciones en que se expresa deseo: “¡Ojalá ganemos!”, “¡Quién pudiera viajar a la India!”. Las características de este tipo de oraciones son: una entonación cercana a la de las exclamativas y, en general, el empleo del modo subjuntivo.
b) Según la índole del verbo o el predicado
Las oraciones, según la índole del verbo, son muy variadas: copulativas, transitivas, intransitivas, reflejas o reeflexivas, cuasi -reflejas, recíprocas, pasivas y unipersonales o impersonales.
- Copulativas están constituidas por un verbo copulativo: ser o estar, acompañado de un atributo adjetival. Este tipo de oraciones también se llaman atributivas, y la función principal del verbo es la de cópula o enlace entre el sujeto y el atributo: “El camarero del bar es muy simpático”. Aunque los principales verbos copulativos son ser y estar, no faltan expresiones en que otros verbos se comportan como copulativos: “Eugenio parece un mendigo”; “El río semeja una serpiente”; sin embargo, estos verbos no deberían considerarse copulativos propiamente dichos, porque no sirven de cópula o unión sino que añaden a su función unitiva matices significativos. (Marsá, F. 1976).
- Transitivas. Se llaman así, cuando tiene complemento directo: “El niño come pan”. También se denominan Primeras de activa. Este tipo de oraciones es el único que puede pasar a la voz pasiva por la presencia del complemento directo. A la oración “Los niños comieron manzanas”,corresponde la pasiva “Las manzanas fueron comidas por los niños”. El sujeto de la primera ha pasado a ser complemento agente de la segunda; el complemento directo de la primera pasa a ser sujeto de la segunda y el verbo activo de la primera se ha escrito en voz pasiva en la segunda.
- Intransitivas. Así denominadas porque no tienen complemento directo: “Llegamos temprano a casa”. Se pueden formar de las siguientes maneras a) Sujeto y verbo transitivo, pero sin complemento directo: “Carlos lee” (también se les conoce con el nombre de Segundas de activa). b) Sujeto y verbo intransitivo: “Carlos bosteza”; c) Sujeto y verbo de estado: “Carlos permaneció en casa”.
- Reflejas o reflexivas. Son las oraciones que poseen un verbo reflexivo: “El vecino se limpia los zapatos en la ventana”. Como se puede observar, constan de un sujeto y un verbo reflejo o reflexivo: “Yo me lavo”. Se dividen en directas o indirectas. Las reflejas directas son aquellas en que el pronombre reflejo tiene la función de complemento directo: “yo me peino” (el pronombre me es complemento directo de la oración). Si existe otro complemento directo en la oración, entonces el pronombre pasará a ser complemento indirecto: “Yo me peino el cabello” (en este caso, la palabra cabello es el complemento directo y el pronombre me, será el complemento indirecto).
- Recíprocas. Se construyen con un sujeto plural y un verbo recíproco: “Romeo y Julieta se amaban apasionadamente”. Igual que las reflejas, se dividen en directas o indirectas. Las recíprocas directas son aquellas en que el pronombre reflejo tiene la función de complemento directo: “Marta y Juan se aman” (el pronombre se es complemento directo de la oración). Si existe otro complemento directo en la oración, entonces el pronombre pasará a ser complemento indirecto: “Marta y Juan se escriben cartas” (en este caso, la palabra cartas es el complemento directo y el pronombre se, será el complemento indirecto).
- Pasivas son las oraciones en las cuales el sujeto recibe lo expresado por el verbo. Se forman de dos maneras: con el verbo “ser” (auxiliar) y el participio pasivo del verbo respectivo, o bien, mediante la forma pronominal “se” y el verbo en forma activa. Ej. “Esta carta fue escrita por mí”. “Se vende esta casa”. Los elementos de este tipo de oraciones son: sujeto paciente, verbo en voz pasiva y complemento agente: “La dicha es deseada por todos”. Este tipo de oraciones se conoce también como primeras de pasiva; las segundas de pasiva carecen de complemento agente o persona: “La dicha es deseada”.
- Impersonales. Estas oraciones constan solamente de un elemento y llevan el verbo en tercera persona del singular. En español, se dan varios tipos de oraciones impersonales: Impersonales de fenómenos metereológicos: “Ayer nevaba en Madrid”; “Amaneció más temprano hoy”. Como se puede observar, el agente de este tipo de oraciones no es importante, sólo interesa el proceso en sí mismo y de ahí que no lleven sujeto gramatical. Impersonales gramaticalizadas. Se construyen con verbos como haber y hacer, que habitualmente van acompañados de sujeto gramatical, pero no así en este tipo de oraciones, donde no existe sujeto: “Había nubes” (no “habían nubes”); “Hubo muchas personas” (no “Hubieron muchas personas”); “Hace pocos años de aquello” (no “Hacen pocos años de aquello).
Esta información ha sido tomada del texto Gramática de la Lengua Española de Liduvina Carrera http://liduvinacarrera.blogspot.com/p/publicaciones.html