Buscar

miércoles, 9 de junio de 2010

VICIOS DEL LENGUAJE: EL USO DEL "QUE"



EL QUEÍSMO, EL DEQUEÍSMO, EL QUE GALICADO Y EL QUE RELATIVO
(TEORÍA Y EJERCICIOS)


El queísmo. Se conoce como “queísmo”, por una parte, la omisión de la preposición “de” en oraciones subordinadas encabezadas por “que”. Ej.: Tengo la esperanza que vengas mañana. ¿Te acuerdas que…?. Por otro lado, también se considera “queísmo” la repetición del “que”, en vista de que resta fluidez y elegancia a la frase. Veamos los siguientes ejemplos y su corrección.

a) El diccionario de que te hablé es el único que está actualizado y por eso es que te recomiendo que lo compres, ya que las faltas de ortografía que hay en tus escritos es por lo que obtienes malas notas. Corrección. El diccionario del cual te hablé es el único actualizado y por eso te recomiendo que lo compres, pues las faltas de ortografía son la causa de las malas notas.

b) En la librería que hay en el parque, cerca de la tienda que vende licor, tienen un libro que ha ganado varios premios y que presenta muchos modelos de documentos que son útiles para los que tienen que redactar informes técnicos. Corrección. En la librería del parque, cerca de la licorería, venden un libro ganador de varios premios, con muchos documentos útiles para quienes tienen que redactar informes técnicos.

El uso indebido del “que” origina equívocos, incorrecciones y errores por ultracorrección.

a) Los equívocos producen formas oscuras en la redacción; tal como se puede observar en las siguientes frases: Hablamos con Luis, el sobrino de Pedro, que te envía saludos. (¿Quién envía los saludos, éste o aquél?). En el banco, el gerente es Fernando Díaz, el primo de Samuel León, que irá en la misión al exterior (¿Quién irá, éste o aquél?). El título de este libro, que es difícil de entender… (¿quién es difícil, el título o el libro?).

b) También suelen ocurrir incorrecciones que causan pesadez y mala asonancia. Ej. Los que allí estaban que conocían la situación, expresaron todo lo que sabían y lo que les parecía para lograr que se solucionaran los problemas que habían surgido. Corrección. Los presentes, conocedores de la situación, expresaron cuanto sabían y dieron su parecer para solucionar los problemas surgidos. Otro ejemplo podría ser el siguiente: La casa que está en la esquina que da al este es la que le pareció que era la más indicada para lo que se proponía. Su posible corrección: La casa situada en la esquina este le pareció la más indicada para su propósito.

c) Ultracorrección, se suele omitir el “que” cuando introduce una subordinada. Ej. El banco ha dispuesto sean cancelados estos créditos. Corrección: El banco ha dispuesto que sean cancelados estos créditos.

Cómo evitar el uso excesivo de la forma “que” 

Para evitar el uso excesivo del “que”, se recomienda:

1. Reemplazar el que y el verbo relacionado por un sustantivo.

  • El boxeador que triunfó: El boxeador triunfador.
  • El economista que escribe poemas: El economista poeta.
  • Bolívar, que liberto cinco naciones: Bolívar Libertador.
  • El científico que creó la bomba atómica: El científico creador.
  • Miguel Otero Silva, que escribió Fiebre: Miguel Otero Silva, autor de Fiebre.
2. Reemplazar la frase introducida por el “que” con un adjetivo.

  • Las cifras que hemos mencionado: Las cifras mencionadas.
  • El agua que se puede beber: El agua potable.
  • Las tribus que viajan constantemente: Las tribus nómadas.
  • Una persona que se enoja por nada: Una persona irascible.
  • El candidato que ganó la elección: El candidato vencedor.
  • Un párrafo que no se entiende: Un párrafo incomprensible.
3. Reemplazar el “que” y la frase iniciada, por una preposición más un sustantivo terminal.

  • El almacén que está en la esquina: El almacén de la esquina.
  • Una ponencia que se opone a la pena capital: Una ponencia contra la pena capital.
  • Los perros que hay en la calle: Los perros de la calle.
  • Un negocio que no presenta riesgos: Un negocio sin riesgos.
  • Una persona que tiene muchos problemas: Una persona con muchos problemas.
4. Usar “quien” en vez de “que” cuando el antecedente es un ser humano.

  • No fue Pedro que me lo dijo: No fue Pedro quien me lo dijo.
  • Con ella fue que hablé: Con quien hablé.
  • La gente que le gusta viajar en barco: A quien le gusta viajar en barco.

El dequeísmo. Este fenómeno ocurre cuando se coloca la preposición “de” después de un verbo transitivo, cuando el complemento directo comienza con un “que”. Ej. Yo pienso de que me lo dijo (Debería ser: yo pienso que me lo dijo); El imagina de que (El imagina que).

Este comportamiento lingüístico está muy relacionado con el “queísmo” (cuando se omite el “de” antes de “que”, en donde sí es necesario): “¿Te acuerdas que?”. Esta inestabilidad, probablemente, se debe al cruce de dos estructuras parecidas: “Espero que vengas mañana” y “Tengo la esperanza de que vengas mañana”. Estos ejemplos, por obra de cruce, pueden transformarse en “Espero de que venga mañana” (Dequeísmo) y “Tengo la esperanza que venga mañana” (Queísmo).

Para evitar esta confusión, se debe tener claro que el complemento directo no acepta preposiciones. Por lo tanto, en caso de dudas, preguntamos al verbo principal de una oración como "Pensamos de que la situación es alarmante" ¿Qué pensamos? No podría darse como respuesta: "de que la situación....". De este modo se evitaría el “dequeísmo”.

El que galicado. El que galicado se da con el empleo del verbo “ser” + “que” y proviene de una construcción gramatical francesa. En este caso, es frecuente decir: “Allí fue que lo vimos”, en vez de “Allí fue donde lo vimos”; “Ahora es que te convences” por “Ahora es cuando te convences”; “Así es que se aprende” por “Así es como se aprende”.

Este error se puede corregir de dos maneras:

a) Se sustituye el “que” por un adverbio de tiempo, lugar o modo. Ej.: Así es que queda bien / Así es como queda bien.

b) Se prescinde de la expresión “es que”. Ej.: Allí fue que lo encontraron. / Allí lo encontraron.

No siempre cuando el verbo ser está acompañado de “que” constituye un error, pues cuando aquél significa suceder, verificar o resultar, está empleado de forma correcta. También será correcto el uso con oraciones subordinadas sustantivas: “Era que no entendía”, “Vendrá nuestro amigo Enrique, así es que preparémonos”, “Lo cierto es que no puedo ir a tu casa”, “Indudablemente es que saldremos juntos’. Lo mismo se dirá cuando el “que” sea una conjunción causal. Ej.: “Si no te llamo es que me he ido”

También Ragucci (1963: 612) opina que debe evitarse en absoluto el que galicado, e insiste en las expresiones como las antes mencionadas: "Allí fue que cayó; Entonces fue que lo vi; Ejercitándose es que se aprende", etc. Estas construcciones se corrigen sustituyendo el “que” por un adverbio oportuno: "Allí fue donde cayó; Entonces fue cuando lo vi; Ejercitándose es como se aprende"; y serán más correctas aún con la supresión no sólo del “que” sino también del verbo “ser” que lo precede: "Allí cayó; Entonces lo vi; Por eso lo buscaban; Ejercitándose se aprende". Por otra parte, también resulta galicado el “que” de las siguientes expresiones: "Será Pedro que irá; De la guerra es que se discute", etc. Debe decirse: "Será de Pedro el que, o quien, irá; De la guerra es de lo que se discute"; o, más breve y mejor: "Pedro irá; De la guerra se discute".


El que relativo. Los pronombres relativos son los que refieren a un sustantivo expresado anteriormente. Ej.: Es feliz el joven que guarda puro su corazón. El sustantivo al que se refiere al pronombre se denomina antecedente, porque por lo común va delante del pronombre. El antecedente de “que” es “joven”. Los pronombres relativos son los siguientes: que, cual, quien, cuyo.

Observaciones:

  • El que relativo no cambia su terminación, sirve para ambos géneros y números. Ej. El niño que vino, los niños que vinieron, la niña que vino, las niñas que vinieron.
  • No debe confundirse el relativo con el “que” conjunción. Cuando es relativo puede ser sustituido por “el cual” o “quien”. Ej. El libro de que (del cual) te hablo; el joven que (a quien) ves. Esta sustitución no puede efectuarse en caso de ser conjunción: Quiero que vengas. 
  • Tampoco debe confundirse con “que”, acentuado, adjetivo o pronombre admirativo o interrogativo: ¡Qué casa!; ¿Qué ves?
Concordancia del relativo con su antecedente

Los accidentes comunes a relativo y antecedente son el género y el número. Por regla general el relativo concierta con su antecedente en género y número. Ej.: Fue citado el reo (antecedente: masculino, singular), el cual (relativo: masculino, singular). En caso de que el relativo se refiera a un antecedente formado por dos o más nombres, debe concordar con él, como lo haría un adjetivo con varios nombres. Ej.: Hablé al padre y al hijo, los cuales…; a la madre y a la hija, las cuales. Etc. Si el antecedente es una oración entera, el relativo se pondrá en género neutro. Le dije que se sentase a la mesa, (el antecedente es esta oración como un hecho), lo cual no quiso hacer.

El pronombre relativo debe ser colocado cerca de su antecedente. Ej. Señalaré un capítulo en este libro que me parece muy interesante. Debería decirse: Señalare en este libro un capítulo que me parece muy interesante. En algunas oportunidades, no resulta fácil colocar el relativo inmediatamente después de su antecedente. En tal caso, si el empleo de “que”, “cual”, “cuyo”, etc., fuese causa de equívoco, se recomienda sustituirlo por “el cual”, “del cual”, etc., o bien se repite el antecedente o, simplemente, se da otro giro a la frase. Ej. Al decir: “Hay una edición en este libro que resulta muy agradable por su impresión”, si queremos colocar el relativo “que” inmediatamente después del antecedente “edición”, tendríamos que escribir: “Hay una edición que resulta muy agradable por su impresión en este libro”. Como es obvio, el remedio ha sido peor que la enfermedad: por tanto, se recomienda: “Hay una edición de este libro, la cual resulta muy agradable por su impresión”, o también: “De este libro, hay una edición que resulta muy agradable por su impresión”.

EJERCICIOS PRÁCTICOS

I. Corrija los errores que observe en cuanto al uso del que.
1. Aquí es que vive. 2. ¿De dónde fue que salió? 3. Fue en el siglo XV que se inventó la pólvora y la brújula. 4. Entonces fue que estuve enfermo de cuidado. 5. Era de Pedro que me ibas a comentar. 6. Empastados es que los libros duran más. 7. Con él fue que peleé. 8. Es practicando la virtud y no siendo ociosos que se puede ser feliz. 9. Es con justicia que se gobierna a los pueblos. 10. Así es que funcionan las computadoras.

II.- Corrija los errores que existan en las siguientes oraciones, con respecto al que.
1. ¿Te comunicaron de que no hay examen? 2. Admito de que no fue clara la explicación. 3. Asegúrese que hay pan para todos, antes de hablar. 4. Entonces fue que me enteré del problema. 5. Con él fue que peleé. 6. Debo demostrar de que tú no eres fiel a nuestra institución. 7. Entre los árboles fue que se escondió. 8. En ese consulado es que se otorgan las visas. 9. Es conociendo acerca del tema que se desenvuelve mejor la gente en esa área. 10. Espero de que acepte todas mis condiciones.
III. Realice el mismo ejercicio con las siguientes frases.
1. Me comentó de que todo era cierto. 2. Me di cuenta que todo era falso cuando le vi la cara. 3. Me prometió de que saldríamos temprano hoy de clases. 4. No es ahí que está la solución. 5. Pensamos de que es mejor aceptar. 6. Por esa calle es que se va al hotel. 7. Recuerde de que tiene trabajo nuevo junto a mis amigos. 8. Sabemos de que es mentira todo lo que dijo la noticia acerca del caso. 9. Se convenció que era verdad lo que decía. 10. Su ayudante fue que lo ayudó.
IV. Redacte de nuevo las siguientes frases, colocando el relativo “que” en el lugar que debe ocupar; o bien sustitúyalo por “el cual”, “del cual”, “la cual”, etc.; repita el antecedente o dé otro giro a la frase.

1. La joven Salio en ese momento al escenario que estaba participando en el Concurso de Belleza. 2. Tengo un trabajo para entregar al Director, que me tiene muy preocupado. 3. Estoy haciendo un proyecto del libro para la Academia en que trabajo, que me ocupa todo el día. 4. Compré unos zapatos a mi sobrina que tenía unos lacitos verdes.. 5. Era la cobija de la abuelita que estaba rotita y vieja por el uso. 6. Hay una escena en esta película que emociona a los espectadores. 7. Traigo unos caramelos a unos niños, cuyo sabor es muy agradable. 8. Surgió un hombre entre la multitud que empezó a dar gritos espantosos. 10. Me presentaron a Juan, el hijo de mi amigo Leo, a quien vi ayer en el cine.


Esta información ha sido tomada del libro Técnicas de Redacción e Investigación Documental de Liduvina Carrera, Mireya Vásquez y María Elena Díaz.
http://liduvinacarrera.blogspot.com/p/publicaciones.html