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jueves, 14 de octubre de 2010

LIRICA GRIEGA

Si la poesía épica narra los hechos gloriosos del pasado, la poesía lírica se ocupa de los sentimientos e inquietudes del presente, y da lugar a una poesía más emotiva e íntima. Aunque apenas se conservan unos pocos fragmentos, estos textos líricos bastan para darnos una idea de la belleza y frescura de estos poemas.

1. DEFINICIÓN

Se entiende por poesía lírica un tipo de poesía personal que toma al propio poeta y sus sentimientos como tema principal. A diferencia de la poesía épica, la lírica es ante todo una poesía subjetiva, pues el poeta no es ya un mero narrador de las hazañas que les ocurren a otros, sino que se toma a sí mismo como motivo de su canto. Como la épica, la lírica es también muchas veces poesía cantada, con acompañamiento musical. Va dirigida ante todo al hombre individual, en quien se trata de producir o evocar los mismos sentimientos que se cantan en el poema.

2. ORÍGENES

Al igual que la épica, en la lírica hubo una primera etapa oral, que coincidió en el tiempo con la épica oral y en donde el poeta se limita también a repetir, con pequeñas variaciones, los poemas transmitidos por la tradición oral. A esta etapa de lírica popular seguirá otra en la que el poeta se sirve de la escritura y se convierte ya en creador. A esta etapa se la denomina lírica culta.

La lírica culta surge en Grecia alrededor del siglo VII a.C. en un momento de profundos cambios. En lo literario, la épica ha perdido ya vitalidad como género y ha entrado en crisis. Se trata de una época en que se consolida el individualismo y el interés del hombre por todo lo que le rodea. Este género literario mantuvo su vitalidad hasta mediados del siglo V a.C., por lo que se circunscribe al período arcaico.

3. CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES

Entre los rasgos principales que caracterizan la lírica tenemos:

a. Fue una poesía que se desarrolló en el ambiente de los “agones”, competiciones poéticas organizadas por ciudades, tiranos y santuarios.
b. En el poema, el mito pierde gran parte de su importancia, llegando incluso a desaparecer. En todos los casos la prioridad la tiene la expresión de las propias emociones y sentimientos.
c. Es una poesía esencialmente cantada y con acompañamiento musical, teniendo incluso a veces el complemento de la danza.
d. Se abandonó el hexámetro dactílico de la épica y surgieron nuevos tipos de versos, pues la lírica evitaba los poemas formados por largas tiradas de versos iguales.
e. En cuanto a la lengua utilizada para componer los poemas, se adoptó en cada lugar el dialecto local, lo cual contribuyó a consagrar los dialectos griegos de cada zona.
f. Otro rasgo fundamental es la enorme variedad y riqueza de géneros que produjo la lírica griega, muchos de ellos procedentes de la lírica popular preliteraria.

4. TIPOLOGÍA

En el helenismo la expresión “lírico” tiene un sentido muy concreto: poesía cantada al son de la lira. Los alejandrinos reúnen a los poetas de lírica monódica y coral realizando creaciones en las que se supone como acompañamiento un instrumento de cuerdas que podía ser la lira (lura),la cítara (kiqariV), o una especie de laud (formigx), ya solo, ya con flauta (auloV). Es una poesía ligada a las ceremonias religiosas y rituales, de carácter popular, y el marco de interpretación lo constituían las procesiones religiosas, los concursos de todo tipo, las fiestas en honor del vencedor en los grandes juegos etc, para recordar antiguos mitos y cantar las glorias presentes de la patria. La lírica griega puede dividirse conforme a distintos criterios; sin embargo existe una división tradicional que contempla el modo de ejecución de los poemas:

- Lírica monódica: cantada por una sola persona.
- Lírica coral: ejecutada por un coro.
a) LÍRICA MONÓDICA

La lírica monódica está compuesta por los siguientes tipos:

• ELEGÍA. Es un tipo de poesía relacionada en su origen con los banquetes. Trataba una temática diversa, generalmente seria, acompañada de flauta. Se componía en un tipo de verso denominado dístico elegíaco y la lengua utilizada era el dialecto jónico ático. Los cultivadores de este tipo de poesía fueron: Calino, Tirteo, Solón, Mimnermo, Teognis y Jenófanes.

• YAMBO. Es un tipo de poesía que surgió relacionada con el culto a Deméter y Dionisio. Su contenido era burlesco y satírico. Se componía en un tipo de versos formados por yambos y la lengua utilizada era el jónico-ático. Entre sus cultivadores se encuentran: Arquíloco, Semónides, Hiponacte y, sobre todo, Arquíloco.

• POESÍA MÉLICA. Es un tipo de poesía que canta sobre todo el amor, el vino y las mujeres. Es la canción de banquete por excelencia y se acompañaba del bárbitos, una especie de lira grande de muchas cuerdas. Se utilizaban distintos tipos de versos y el dialecto que se utiliza es el eolio. Entre sus cultivadores destacan: Alceo, Safo y Anacreonte.

b) LÍRICA CORAL

Este tipo de composiciones estaba interpretada por un coro con motivo de algún tipo de fiesta o acontecimiento colectivo. En su origen, la mayoría de los poemas corales eran himnos a los dioses, aunque poco a poco fue introduciéndose la temática humana. En cuanto a su estructura métrica, se utilizaban las tríadas, formadas por tres estrofas (estrofa, antistrofa y épodo), y la lengua utilizada es el dorio. Fueron muchos los poetas corales, entre ellos destacan: Alcmán, Estesícoro, Íbico, Simónides, Píndaro y Baquílides.

Entre sus géneros destacamos:

• HIMNO. Canto ritual dirigido a una divinidad. Según el dios al que se dirigía, se distinguen el peán (Apolo), en el que se canta o pide un triunfo (militar, enfermedad, etc.), y el ditirambo (Dionisio). Otros tipos de himnos son: el canto procesional, el treno (canto fúnebre) y el epitalamio (canto nupcial).

• CANTOS DEDICADOS A LOS HOMBRES. Destacan el encomio (elogio), el epinicio (canto triunfal) y el canto de guerra.

5. UN POCO DE HISTORIA

La lírica fue, en un principio, una canción para ser cantada con el acompañamiento de la lira. En la antigua Grecia se componían dos tipos principales de líricas, la personal y la coral.

La lírica personal se desarrolló en la isla de Lesbos. El poeta y músico Terpandro, que había nacido en Lesbos pero que vivió casi toda su vida en Esparta, está considerado como el primer poeta lírico griego porque fue el que antes unió música y poesía. La mayor parte de sus poemas eran nomos o himnos litúrgicos, escritos en honor de un dios particular, Apolo, y cantados por un sólo cantante acompañado de la lira.

Después de Terpandro aparecieron en el siglo VII a. C. los grandes poetas de Lesbos. Alceo se ocupó en sus poemas líricos de temas políticos, religiosos y personales e inventó la estrofa alcea. Safo, la mayor poetisa de la antigua Grecia, creó la estrofa sáfica y escribió también en otras formas líricas. Sus poemas de amor y amistad se encuentran entre los más apasionados y mejor trabajados de la tradición occidental. Los poetas lésbicos, así como varios poetas líricos posteriores de otras ciudades griegas, compusieron sus poemas en dialecto eólico.

En el siglo VI a. C., el poeta Anacreonte escribió alegres poemas líricos sobre el vino y el amor en varios metros líricos, y sus posteriores versos, similares en tono y tema, fueron conocidos como anacreónticos. Anacreonte también escribió dísticos elegíacos, epigramas y poemas en metros yámbicos.

La lírica coral se desarrolló por primera vez en el siglo VII a. C. por poetas que escribieron en dialecto dórico. Este dialecto, dominante en la región de alrededor de Esparta, se utilizó incluso en épocas posteriores cuando los poetas de otros lugares de Grecia escribían poemas líricos corales. Los poetas espartanos fueron los primeros en escribir de esta forma canciones y bailes en celebraciones públicas religiosas. Más tarde lo hicieron para celebrar éxitos privados, como por ejemplo, una victoria en los juegos olímpicos de la antigüedad.

Se dice que el primer poeta lírico coral fue Taletas, que se cree viajó de Creta a Esparta para sofocar una epidemia con himnos corales a Apolo. Le siguió Terpandro, que escribió tanto poemas líricos personales como corales; Alcmán, cuyos poemas eran en su mayor parte partheneia, himnos procesionales corales cantados por un coro de doncellas y de carácter parcialmente religioso, de tono más ligero que los himnos a Apolo y Arión. Se cree que Arión creó tanto el ditirambo como el estilo trágico, que se utilizó ampliamente en el drama griego. Entre los grandes escritores posteriores de poemas líricos corales se encuentran el poeta siciliano Estesícoro, contemporáneo de Alceo, que introdujo la forma ternaria de la oda coral, consistente en series de grupos de tres estrofas; Íbico de Reggio, autor de un largo fragmento que se conserva de una oda coral ternaria y de poemas líricos personales eróticos; Simónides de Ceos, cuya lírica coral incluye epinicia, u odas corales en honor de los vencedores en los juegos olímpicos, encomia, o himnos corales que celebraban a personas concretas, y cantos fúnebres, además de poemas líricos personales que incluyen epigramas, y Baquílides de Ceos, sobrino de Simónides, que escribió epinicios, de los que se conservan 13, y ditirambos, cinco de los cuales han llegado hasta nosotros.

La lírica coral alcanzó su apogeo hacia mediados del siglo V a.C. en las obras de Píndaro, que escribió muchos poemas de este género en todas las formas, incluyendo himnos, ditirambos y epinicios. Se conserva cerca de un cuarto de su obra, principalmente epinicios con la estructura trinaria creada por Estesícoro. Se escribieron muchas odas corales importantes contemporáneas a la obra de estos últimos poetas, tanto en estructura ternaria como sin ella, como parte integral de las tragedias griegas.

6. REPRESENTANTES DE LA POESÍA GRIEGA CLÁSICA

• SAFO: (Lesbos, actual Grecia, s. VII a.C.-id., s. VI a.C.)

Con respecto a esta poetisa lírica griega, se conoce su fama, pues hizo que Platón se refiriera a ella dos siglos después de su muerte como la décima musa. Nació en la isla de Lesbos, probablemente en Mitilene. Aunque no se sabe mucho acerca de su vida, perteneció al parecer a una familia noble y fue contemporánea del poeta lírico Alceo, de quien se supone fue su amante, y de Stesichorus. También se dice que se casó con un hombre rico de la isla de Andros y que tuvo una hija llamada Cleis. Otra leyenda, que no merece credibilidad alguna, sostiene que, tras ser rechazada por el joven marino Faón, se arrojó desde un acantilado en Léucade (una isla de la costa occidental de Grecia). No se sabe cuando murió, pero en sus poemas de última época se describe a sí misma como una anciana que goza de una vida tranquila, pobre, en armonía con la naturaleza.

Los fragmentos que hoy conservamos de sus poemas indican que Safo enseñó su arte a un grupo de mujeres jóvenes, con las que mantuvo una estrecha relación y para las que compuso sus odas nupciales cuando la abandonaron para casarse. El poeta Anacreonte (mediados del siglo VI a.C., es decir, una generación posterior a Safo), afirmaba, en referencia a este grupo, que Safo sentía un amor sexual por las mujeres; de ahí proceden los términos lesbianismo y safismo, que aluden a la homosexualidad femenina.

Safo escribió nueve libros de odas, epitalamios o canciones nupciales, elegías e himnos, pero apenas se conservan algunos fragmentos de todos ellos. Entre estos destaca la Oda a Afrodita, citada por el erudito Dionisio de Halicarnaso en el siglo I a.C. En el siglo ** se descubrió un papiro con nuevos fragmentos de sus poemas. La poesía de Safo se caracteriza por la exquisita belleza de su dicción, su perfección formal, su intensidad y su emoción. Inventó el verso hoy conocido como oda sáfica (tres endecasílabos y un adónico final de cinco sílabas). Muchos poetas griegos posteriores asimilaron la influencia de Safo, en particular Teócrito. A pesar de lo fragmentario de su producción conservada, parece que Safo consiguió hacer realidad su deseo, acorde con la concepción helénica de la poesía, de hacer perdurable su amor a través de su creación poética.

El trabajo de la décima musa es el producto de la derivación de la lírica tradicional, popular o pre literaria griega de los siglos VII y VI a. C. que se convertiría en la lírica literaria. Esta distinción se debe a las diferencias del carácter oral y tradicional de la primera y el carácter escrito de la segunda que surgió, a propósito, a la par con la difusión de la escritura en el siglo VII a. C. Por otra parte, las características y temas a tratar que adopta la lírica literaria de la tradicional son esencialmente las mismas solo que esta vez se hallan mas concentradas en los motivos de un yo individual. El éxito, en gran parte, de la poesía de Safo radica en la adopción del amor como tema personal. Por lo tanto, las situaciones creadas serían temporalmente cercanas a sí y a la audiencia. De ahí que fue necesario crear una forma de expresión adecuada para expresar sus sentimientos más íntimos, de manera que sus composiciones podían distinguirse por una fuerte presencia del yo que canta y ese yo autorreferencial que está frecuentemente situado en el tiempo y en el espacio.

Safo habla en sus poemas de la pasión amorosa que se apodera del ser humano y se manifiesta en diversas formas, como los celos, el deseo o una intangible nostalgia. Ejemplo de esto se encuentra en el Himno en honor a Afrodita, el único poema que nos ha llegado completo de toda su obra. Podría considerarse como una oración, una súplica dirigida a la diosa del amor para conseguir su ayuda y lograr así el amor de su enamorada. Parece que no es la primera vez que Safo invocaba a la diosa para esto mismo, en el poema Afrodita habla directamente a Safo y le pregunta por los motivos por los que la llama de nuevo. La descripción de la diosa bajando del cielo en su carro rodeada de alegres gorriones, sonriendo responde a una de las imágenes más evocadoras de la diosa.

Safo ha adquirido el nombre de la décima musa por su resonancia e importancia dentro del mundo de la poesía. De su producción literaria son pocos los fragmentos que se han podido rescatar, entre ellos, el Himno en honor a Afrodita.


• ANACREONTE:  (Teos de Lidia, actual Grecia, s. VI a.C.-id., s. V a.C.)

Poeta lírico griego. Fue llamado por el tirano de la isla de Samos, Polícrates, como poeta de corte y se dice que también como preceptor, y permaneció a su servicio hasta que la isla cayó en manos de los persas. Aceptó entonces la invitación de Hiparco, hijo de Pisístrato, y partió para Atenas, donde obtuvo clamorosos éxitos y fue introducido en la alta aristocracia ateniense; también pudo entrar en contacto con otros poetas líricos. Con la caída del tirano, en el 514 a.C., Anacreonte se dirigió a Tesalia, donde pasó el resto de su vida como poeta de la corte. De su obra se han conservado tan sólo algunos fragmentos, en los que canta a los goces de la vida y el amor, y gracias a la edición del filólogo alexandrino Aristarco de Samotracia, se sabe que se dividía en poesía lírica, elegíaca y yámbica.

Separado de la lírica lesbia por más de medio siglo, Anacreonte se mueve en un mundo diverso, donde han desaparecido los ideales aristocráticos de Alceo y Safo, y en el que la presión de los persas obligó a los habitantes jonios de su ciudad ( Teos) a marchar a las costas tracias, donde este poeta inicia sus primeros versos.

Más tarde Anacreonte dirige sus pasos a la corte de Polícrates en Samos, de donde parte hacia Atenas con el tirano Hiparco. Aquí el marco su la poesía lo constituye el distinguido simposio, muy de moda en la época de las tiranías, en el que se concede gran importancia al refinamiento de los modales en el banquete. Si Alceo recitaba poesía del arsenal en su círculo de combatientes, Anacreonte nada quiere saber de rencillas y guerras. Él mismo dice que desea cantar los dones de Afrodita y los alegres placeres de la fiesta, que presentan un carácter netamente erótico. Sus versos reflejan la dulzura d la vida con tal intensidad que en ocasiones llega a ser dolor.

Revela su originalidad tanto en expresiones metafóricas, como en el uso de abundantes epítetos. El sentido del poeta por lo delicado y frágil se expresa en los versos que compara a la juventud esquiva con el pequeño corzo que, abandonado por la madre, anda por el bosque lleno de temor.

Los alejandrinos conocían cantos, elegías y yambos de Anacreonte, y publicaron sus poemas en cinco libros. Su arte no admite continuadores y quienes lo intentaron convirtieron su gracia en simpleza, su placer por la vida en debilidad por el vino y el amor. Sus poemas fueron compuestos hasta la época bizantina y sesenta de ellos están recopilados en manuscritos detrás de la Antología palatina.

Su lírica, de tono hedonista, refinado y decadente, canta los placeres del amor (tanto de hombres como de mujeres) y el vino, y rechaza la guerra y el tormento de la vejez. También cultivó ocasionalmente la sátira, inspirándose en el modelo griego de la misma, Arquíloco.

El amor para Anacreonte es algo fundamentalmente sensual, fugaz y pasajero, por lo que sus composiciones sobre ese tema suelen ser breves. Son famosos sus poemas dedicados a la muchacha joven y asilvestrada a quien llama «potra tracia», así como aquellos que hacen referencia a juegos entre el poeta y algún joven del que estuviera enamorado. Ha pasado a la posteridad como el poeta de los banquetes. Sus poemas fueron copiados e imitados en época más tardía: le fueron asignados a él en su totalidad aunque en la actualidad se supone que no son suyos. A este compendio de poemas se le llama Anacreónticas.

Anacreonte afirmaba con frecuencia, haciendo referencia a la relación que la poetisa Safo mantuvo con sus alumnas, que ésta había sentido un amor sexual por ellas. Tales afirmaciones fueron causa de rumor y con el paso del tiempo se extendieron de tal modo, que debido a ello nacieron los términos «lesbianismo» y «safismo», que aluden a la homosexualidad femenina, en referencia al rumor extendido al respecto de Safo de Lesbos por el poeta.


Del Amor

Ya quiero amar, ya quiero.
Cupido amar me manda,
Y yo, ¡Pobre insensato!
Desoigo sus palabras.
Se irrita y toma el arco
Con la dorada aljaba,
Y me provoca, al punto
A singular batalla.
La acepto. Hecho un Aquiles
Me ciño la coraza,
Y audaz le desafió
Con el escudo y la lanza.
Dispara, y hurto el cuerpo;
Agótase su aljaba;
Y entonces, como un dardo,
El mismo se dispara.
El pecho me atraviesa,
El corazón me clava,
Y las fuerzas me roba
Y la vida me arranca.
Vano es ya resistirse,
Inútiles las armas.
¿A qué tirar afuera
Si es dentro la batalla?
FUENTES:
http://usuarios.multimania.es/CULTURA_CLASICA/biografias/biografias-a.html#aANACREONTE
http://es.wikipedia.org/wiki/Anacreonte
http://inefablescronicas.blogspot.com/2007/08/anacreonte.html
 http://es.wikipedia.org/wiki/Safo_de_Mitilene





Himno en honor a Afrodita

¡Oh, tú en cien tronos Afrodita reina,
Hija de Zeus, inmortal, dolosa:
No me acongojes con pesar y tedio
Ruégote, Cripria!
Antes acude como en otros días,
Mi voz oyendo y mi encendido ruego;
Por mi dejaste la del padre Jove
Alta morada.
El áureo carro que veloces llevan
Lindos gorriones, sacudiendo el ala,
Al negro suelo, desde el éter puro
Raudo bajaba.
Y tú ¡Oh, dichosa! en tu inmortal semblante
Te sonreías: ¿Para qué me llamas?
¿Cuál es tu anhelo? ¿Qué padeces hora?
-me preguntabas-
¿Arde de nuevo el corazón inquieto?
¿A quién pretendes enredar en suave
Lazo de amores? ¿Quién tu red evita,
Mísera Safo?
Que si te huye, tornará a tus brazos,
Y más propicio ofreceráte dones,
Y cuando esquives el ardiente beso,
Querrá besarte.
Ven, pues, ¡Oh diosa! y mis anhelos cumple,
Liberta el alma de su dura pena;
Cual protectora, en la batalla lidia
Siempre a mi lado.