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sábado, 18 de septiembre de 2010

PONENCIA


Todo profesional participa más o menos activamente en congresos, convenciones y mesas redondas, y algunas veces es director o asesor en la redacción de tesis profesionales. Por este motivo, consideramos que a nuestros alumnos y lectores les será de mucha utilidad que se expongan los lineamientos que se deben seguir para lograr la adecuada estructura y la correcta redacción de este tipo de documento.

La ponencia es un documento en el que el autor presenta un tema concreto que se somete al examen o resolución de una asamblea. En él se establece una verdad como tesis, se concluye un resultado con apoyo en hechos, descubiertos por el autor quien los prueba de manera terminante y, además, sugiere recomendaciones La tesis que propone y que sostiene puede ser totalmente original derivada de su genio, observación e investigación; o bien, puede ser la conclusión particular de comparar, analizar y escudriñar en informes, trabajos relativos, etc. en cualquier caso, la estructura de este documento debe contener:

1. Antecedentes
2. Proposición
3. Confirmación
4. Recomendaciones
5. Conclusiones
1. Antecedentes. En esta primera parte, el exponente señala, en forma concisa, todo cuanto existe sobre el tema en particular y los estudios anterior a la preparación de su trabajo. Dará cuenta de lo que haya podido investigar: informes, obras realizadas, decretos, leyes, etc. A veces, el autor o ponente aprovechará esta parte como una introducción que lleve ágilmente al lector hacia la proposición, o bien, puede aprovecharla para motivar al lector y lograr de él la identificación y el interés hacia la propia ponencia.

2. Proposición. Aquí, el ponente ofrece la investigación, da a conocer su propuesta y la motiva con sus primeros argumentos; de esta forma, prepara el terreno para internarse en la parte más difícil, pero más consistente, de la ponencia: la confirmación.

3. La confirmación. Es la parte en la que el ponente apoya su idea con argumentos sólidos que destruyan cualquier concepto o explicación contraria, o bien, la demuestra con ejemplos reales o hechos tangibles que puedan estar en la conciencia de los participantes de la discusión. Aquí también exhibe los estudios que estén en contra de su proposición; además saca a la luz todo cuanto haya a favor y argumenta con mucha base para demostrar la firmeza de su propuesta.

4. Recomendaciones. Es la parte en la que exponente pide la participación y apoyo de quienes intervienen en la revisión de su propuesta; de esta manera, procurará el respaldo necesario de su auditorio y será aceptado lo que sostiene en su escrito.

5. Conclusiones. Con la argumentación del ponente cierra su discurso y hace un recuento somero de su idea.
Lenguaje y estilo

El lenguaje y el estilo que exige este tipo de trabajo y el de las tesis profesionales, no se alejan de los indicados para la elaboración de los informes; pero conviene decir, una vez más, que el redactor debe huir de los llamados “lugares comunes” de la escritura, para acomodarse con exactitud al pensamiento que pretende expresar.

En este orden de ideas, se puede añadir que una ponencia participa de las características de un trabajo científico, de manera que se tomarán en cuenta algunos supuestos, importantes en que ambos textos podrían coincidir en el logro de su objetivo. El punto de partida para la redacción de un trabajo científico, sea académico o profesional, está en la investigación. La labor investigativa es diversa y abarca un amplio campo de posibilidades que se extiende desde el intercambio de opiniones en un seminario, hasta las pruebas en un laboratorio, pasando por la lectura callada y paciente en una biblioteca. Realizada esta labor primera de acopio, el profesional precisa de unos conocimientos mínimos de la técnica de redacción. Las reglas y consejos prácticos aprendidos en cursos de redacción serán muy útiles en esta etapa de la escritura.

Recomendaciones generales:

• Lo que importa en la exposición de un trabajo científico, que en muchas oportunidades se lleva a diferentes congresos a modo de Ponencia o Paper, es la claridad, la exactitud y la objetividad con que se expone y argumenta el asunto tratado. Para el investigador, el lenguaje es el instrumento mediante el cual enuncia juicios y razonamientos de manera objetiva, sin que se manifieste en él, la parcialidad o la emoción. Cada término debe estar empleado en su significación permanente y justa.
• La ciencia requiere la frase corta, la expresión ajustada y el vocablo preciso.
•No hay un estilo uniforme para la exposición científica. Existe una lengua particular para cada especialización, un lenguaje jurídico, comercial, sociológico, literario, etc. La claridad y la exactitud exigida a la exposición científica descansa en gran parte en el vocabulario técnico o especializado. El lenguaje técnico, bien utilizado, no menoscaba el valor literario.
• El mejor trabajo científico será el que compense la aridez de los datos y observaciones técnicas con la finura de la expresión literaria, sin deformar la verdad.
• Siempre que sea posible, se evitará el empleo del pronombre personal en primera persona. El uso de la tercera persona favorece siempre la objetividad, necesaria en toda exposición científica.
• El trabajo científico no es una obra literaria, ni un libro de divulgación. Es conveniente evitar el tono propio de las obras de ficción o del simple reportaje. Sus cualidades deben ser: claridad, sobriedad y rigor, propias del espíritu científico.
• Se elegirán, con rigor científico, los medios más eficaces de exposición: argumentación y comprobación de la tesis.
Únicamente cuando hayamos logrado clarificar y jerarquizar todo nuestro esfuerzo, podemos pasar a la última fase: estructurar y presentar por escrito toda la labor. Es difícil fijar concretamente unas normas que puedan ser aplicadas a todo tipo de trabajo científico, ya que cada uno exige una consideración matizada y un tratamiento especial que varían, según la materia o evento en que será leída o divulgada. Pero tampoco podemos perdernos en un mosaico de fórmulas y tipos que casi siempre se pueden reducir a una serie de esquemas generales.

La finalidad de una ponencia o artículo científico es comunicar ideas e informaciones de una manera clara, concisa y fidedigna. A través de ellos se logra el intercambio de ideas y conocimientos entre los intelectuales y hombres de ciencia del país. El trabajo investigativo muchas veces se elabora con la finalidad de ser publicado en revistas, periódicos o memorias de los diferentes eventos donde se llevan. En este caso, es conveniente tomar en cuenta el uso de las citas, notas al pie de página, referencias en el texto y la bibliografía. (En todo caso, se recomienda el Manual de la UPEL, porque contiene información básica de cómo elaborar artículos para revistas).


Tomado del texto: La redacción y el arte de la escritura de Liduvina Carrera y Mireya Vásquez.


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lunes, 13 de septiembre de 2010

RESUMEN

Para completar el éxito de los estudios, se puede tomar en cuenta la elaboración de resúmenes; para ello, primero se debe leer el texto (mediante prelectura y lectura comprensiva), se trata de comprenderlo a la perfección, subrayando y organizando esquemas con las ideas más destacadas de su contenido. Una vez realizadas estas acciones previas, se redacta un breve material que recoja las ideas principales del texto y que utilice un vocabulario propio o paráfrasis. En todo caso, no se debe olvidar que si, al resumen se incorporan comentarios personales o explicaciones que no corresponden al texto, se trata de un resumen comentado.

Etimológicamente “resumir” procede del latín resúmere: “volver a empezar”, “tomar de nuevo”; los elementos que integran su formación son: la partícula intensiva re: “de nuevo” y súmere: “tomar”; en consecuencia, resumir es retomar, pero también seleccionar y elegir; por lo tanto, el criterio de relevancia es decisivo en la actividad de resumir. El hecho consiste en retomar y elegir algo, poniendo de relieve algunos aspectos; es obvio que este paso obliga a un procedimiento de reducción. En otro orden de ideas, se puede decir que lo resumido tiene un carácter de condensación, es decir, no se trata de reproducir lo mismo o de crear un texto más extenso; ya que el efecto de contracción es lo más característico del resumen, que consiste en la redacción de un texto nuevo a partir de otro, donde se exponen las ideas principales o más importantes del texto original, de manera abreviada. Generalmente, tiene el formato típico de cualquier texto, con párrafos y oraciones gramaticalmente completas, y puede tener una longitud variada; sin embargo, se debe observar que el resumen no es sólo la simple reducción informativa del original, sino un texto nuevo que intenta adaptarse a las características de un contexto comunicativo diferente. Al hacer un resumen, es preciso plantearse lo siguiente: con qué finalidad se realiza, quién será su destinatario, qué espera el destinatario del resumen, o en qué medio laboral o académico se desarrolla la actividad de resumir el texto en cuestión.

Al resumir, se extraen las ideas importantes de un texto; se escribe lo subrayado y se añaden las palabras que falten para que el texto escrito tenga sentido. Es una técnica muy utilizada por los estudiantes, que compendian el contenido del texto que están estudiando, en hoja aparte. Para resumir, se debe anotar sólo lo fundamental; por eso, se aconseja leer primero un párrafo completo y luego considerar si algún pasaje del mismo merece ser trascripto en el resumen. Un buen resumen requiere un correcto uso de los conectores para que las ideas estén bien relacionadas entre sí; de lo contrario, sólo se tendría un conjunto de frases textuales valiosas pero se perdería el eje argumentativo. Además, para que el resumen sea verdaderamente separado del original, debe incluir todos los datos del libro necesarios para citarlo (autor, título, ciudad, editorial, año).

La principal contraindicación del resumen es el tiempo requerido para realizarlo, muy superior al del subrayado. A ello se suma, en algunos casos, la poca claridad de la letra, cuando no se tiene una buena caligrafía o se escribe de modo apresurado. Es muy recomendable que, en lo posible, se haga el resumen en la computadora, ello permitirá, en un futuro, agregar palabras; borrar; buscar con rapidez un texto, a partir de una palabra o frase; y copiar y pegar pasajes textuales en los trabajos monográficos (de ahí la importancia de contar con los datos del libro).

a) Tipos de resumen

1. El resumen informativo: sintetiza el contenido del texto original, el mensaje de la comunicación, y es muy útil para dar una idea rápida y general del original.

2. El resumen descriptivo explica la estructura del escrito, así como las partes fundamentales, las fuentes o el estilo, y es muy útil en el caso de originales extensos o complejos porque ayudan al lector a comprender la organización del texto y localizar, en él, los datos que le puedan interesar.

3. El abstract es una variante del resumen generalmente de tipo descriptivo, que encabeza los artículos científicos; habitualmente se incluye en el propio artículo, después del título y en la primera página, y su función es informar sobre el contenido del texto, a fin de que los posibles lectores se puedan hacer una idea general en poco tiempo y decidir si les interesa leer el documento íntegro. Formalmente, es un resumen básicamente informativo que sintetiza las aportaciones más destacadas del artículo como el tema que se propone estudiar, la metodología aplicada, y, sobre todo, los resultados obtenidos. En general, no incluye datos concretos, como cifras, porcentajes, etc., y no supera las 15 líneas de extensión. No obstante, en algunos congresos o publicaciones se dan pautas más concretas para la realización del abstract.

4. La síntesis consiste en resumir diversos textos que tratan un mismo tema o temas relacionados; esta técnica de reducción textual permite reunir los elementos esenciales de más de un texto, para obtener un resumen coherente. No se trata de producir un resumen diferente de cada texto, sino un solo resumen que sintetice y relacione los textos de partida. La práctica de la síntesis es imprescindible en los exámenes y trabajos académicos, donde se debe demostrar el conocimiento de diversas fuentes bibliográficas, la capacidad para relacionar y comparar los datos o ideas de estas diversas fuentes, y todo ello en un espacio y un tiempo limitados
b) Utilidad del resumen

La elaboración de este tipo de textos es muy útil, porque permite:

• Seleccionar y organizar las ideas o datos más importantes e interesantes del texto original (una lección, un capítulo de un libro), ya sea para estudiar, para presentar una exposición oral o para hacer un trabajo académico.
• Definir y esquematizar la información esencial de un tema, de manera que, al hacer el resumen, se puede comprobar si se ha entendido bien el contenido o si existen dificultades en algún aspecto concreto.
• Facilitar la comprensión y el aprendizaje de nuevos conocimientos, y, al mismo tiempo, la preparación de los apuntes y exámenes.
c) Como hacer un resumen


Sin lugar a dudas, resumir es una actividad compleja. La manera como se concibe el resumen tiene grandes implicaciones en su elaboración y en su enseñanza. El resumen se puede asumir como un proceso de lectura o como un proceso de escritura; pero la línea divisoria entre ambos es bastante borrosa, puesto que el resumen es un proceso recursivo de selección y condensación de ideas importantes. Para realizar un resumen, es necesario tener en cuenta unos procedimientos básicos y unas reglas pragmáticas y retóricas; además, existen unas variables de persona, texto y tarea que afectan la actividad de resumir.

Elaborar un resumen es una actividad bastante compleja. Desde luego, resulta una opinión contraria a una idea que se ha generalizado de lo que significa resumir: una labor tan sencilla, común y carente de exigencia que para llevarla a cabo sólo se requiere de intuición. Quizás las únicas instrucciones que reciben los estudiantes, para realizarla, son :

1. “Expresar con sus propias palabras el contenido del texto leído”. Como se ve, las instrucciones se refieren a la recuperación libre del recuerdo del texto leído y supone que resumir sólo implica un cambio de registro (“con sus propias palabras”).
2. “Reducir la información del texto original, a determinado número de páginas, siendo fieles a su contenido”. Esta instrucción se fundamenta en la definición “un resumen es decir lo principal sin alterar el contenido”. En este caso, resumir es saber jerarquizar unas ideas y, al mismo tiempo, ser respetuosos de un material original (aunque se sabe que éstas no son tareas fáciles).
3. “Manifestar qué llamó la atención en la lectura anterior”. Si bien, esta instrucción parte del reconocimiento de que existen diferencias en la recepción y, por consiguiente, en la síntesis que se pueda producir, sólo induce a una recuperación fragmentaria del texto, ya que no procura que los estudiantes se fundamenten en las ideas y la organización general del texto.
En definitiva, desde la escuela, la gran mayoría de los profesores, no sólo de español, ha pedido hacer resúmenes de los más variados textos, como si se tratara de una actividad espontánea y natural. Sin lugar a dudas, resumir es una actividad compleja; porque, la manera como se concibe tiene grandes implicaciones en su elaboración y en su enseñanza. Por otra parte, no se debe obviar que se puede asumir el resumen como un proceso de lectura o como un proceso de escritura, ya que la línea divisoria entre ambos es bastante borrosa, puesto que el resumen es un proceso recursivo de selección y condensación de ideas importantes. En consecuencia, hacer un resumen implica transformar un texto base en otro que reproduzca el cuerpo de ideas principales del primero, en forma global y breve, y deje de lado las ideas accesorias. Para eliminar oraciones o párrafos del texto base, hay que analizar lo que pueda ser suprimido; para ello, se deben reconocer las ideas principales y las secundarias, subordinadas a aquéllas; por eso, para hacer un resumen, en primer lugar hay que realizar algunas operaciones sobre el texto base; en definitiva, la elaboración de un resumen conlleva un proceso que contempla los siguientes pasos:

1. Análisis del contexto. Conviene analizar las características del texto original, determinar su destinatario, concretar los propósitos de la reducción y escoger el tipo de reducción más adecuado. Para ello, se pueden plantear estas preguntas: ¿Qué características presenta el original? ¿Para quién es el resumen? ¿Para el que lo lee? ¿Para otra persona? ¿Qué se pretende hacer con el resumen? ¿Qué se hará después con él?
2. Comprensión del original y selección de los datos. Consiste en comprender el texto original que se debe reducir y discriminar los datos relevantes de los irrelevantes, de acuerdo con la finalidad de la reducción. Se pueden hacer varias lecturas y marcar el texto: subrayarlo, identificar las partes que lo componen, etc. Se puede responder las siguientes preguntas: ¿Cuál es su mensaje o significado esencial?, se intenta reducir el sentido global del tema a una frase; en este caso, el título o alguna frase especialmente significativa del texto te pueden ayudar. ¿Cuáles son las ideas o los puntos fundamentales del texto? ¿Qué datos del original deben incluirse en la reducción, de acuerdo con el objetivo final del resumen? ¿Qué datos del original se pueden omitir en la reducción? Aquí se identifican las ideas principales y se diferencian de los ejemplos y las ideas secundarias. ¿Qué estructura tiene el texto? se procura descubrir el plan del texto, ver su articulación lógica, es decir, cómo se van relacionando las diferentes ideas de una manera lógica. Observar la disposición del texto en párrafos: con frecuencia, cada párrafo desarrolla una idea central. Es muy útil subrayar las palabras clave de cada idea esencial y señalar los conectores que puedan mostrar la articulación lógica del texto. ¿Cuál es el esquema del texto? estos primeros pasos se tendrían que reflejar en un esquema, que será el paso previo a la redacción final del resumen. ¿Cómo se estructurarán los datos en la reducción? si se observa el esquema del texto, se podrá identificar nuevas relaciones entre las ideas retenidas; esto puede sugerir nuevas formas de organizar las ideas y reflejarlas en la redacción del resumen, de manera tal que se apliquen las operaciones de reducción con eficacia.
3. Textualización. Consiste en redactar el resumen, de acuerdo con los criterios (objetivos) marcados en la fase inicial de análisis del contexto y aplicando las diversas operaciones de reducción.


d) El resumen y las otras herramientas

Como se ha observado, la elaboración de un resumen implica haber pasado por las otras técnicas de estudio como esquemas y las notas al margen; porque deviene en la clave del estudio. Con el resumen, se puede lograr un conocimiento mayor de la información recibida, porque ha habido un entrenamiento previo con las otras herramientas de estudio y es posible elaborar textos coherentes y propios con más eficacia. Por último, los puntos de más interés en la construcción de resúmenes se sintetizan en lo siguiente:

• Reconocimiento del tema y los sub temas que se desarrollan en el texto base.
• Identificación de la estructura u organización del texto base: qué partes lo componen (introducción, desarrollo y desenlace o cierre, si se trata de un texto expositivo o de una narración; hipótesis, argumentación y conclusiones, si se trata de uno argumentativo, etc.)
• Redacción de breves notas al margen de los párrafos, que señalen cuáles son los temas que se desarrollan allí.
• Subrayado de la información sustancial. Con esta operación se distingue la información más importante, que no puede faltar, de aquella cuya supresión no alteraría la unidad del texto base.
• Esquema de contenido. Este tipo de cuadro permite organizar de manera gráfica las ideas principales y secundarias, y permite visualizar las relaciones que se establecen entre ellas.
e) Las operaciones de reducción en los resúmenes

Una vez realizados los procedimientos sobre el texto base, deben utilizarse algunos recursos propios de la redacción del resumen. Para que el resumen pueda redactarse de manera coherente y correcta, y represente debidamente al texto base, se llevan a cabo las siguientes operaciones:
• Elisión: Se suprimen los contenidos y las expresiones que presenten informaciones redundantes o no absolutamente necesarias. Con la supresión, se elimina la información accidental, irrelevante o redundante; además, se deben eliminar los detalles, los ejemplos, las repeticiones y toda la información que resulte innecesaria en la construcción del nuevo texto.
• Generalización: Se realiza una abstracción de los contenidos repetidos o redundantes, con el propósito de formar un concepto general. La generalización proporciona criterios para reemplazar varios enunciados por una generalización simple, mediante una combinación o una integración.
• Fusión y reorganización: Se seleccionan contenidos importantes y algunas informaciones complementarias, para elaborar un concepto o una idea que los contenga todos. Después se reúnen los contenidos importantes.
• Condensación y reorganización: Se sintetizan varios contenidos esenciales en una sola idea. Con la construcción, se permite reemplazar una secuencia de proposiciones por una proposición simple que contiene el sentido total de la secuencia. Es preciso anotar que esta operación convierte la actividad de resumir en una tarea creativa.

f) Características del resumen

1. Fidelidad. El resumen, si bien implica transformaciones (supresión, condensación, construcción y brevedad), a pesar de todas las variables involucradas, tiene que guardar con el texto base una relación que preserve su contenido genuino esencial.
2. Objetividad. Se deben evitar las intromisiones de la crítica o de la apreciación personal del texto base en los resúmenes, sin perder de vista la creatividad.
3. Unidad y coherencia. El resumen es un nuevo texto que incluye el esquema del primer texto o texto base; por lo tanto, un resumen reúne todas las condiciones propias de la textualidad; entre otras: es un texto completo que contiene todas las ideas básicas necesarias, y las presenta interrelacionadas por medio de los diversos mecanismos de cohesión y de los signos de puntuación.
4. Brevedad. Los procedimientos de selección de ideas importantes y condensación conllevan a una reducción de la información, a una síntesis; entonces, es lógico que el resumen sea de menor extensión que el texto base.
5. Creatividad y originalidad. Resumir es un proceso recursivo que no sólo implica identificar las ideas importantes y disponerlas en orden, sino que también exige una cuidadosa labor de condensación de esas ideas y la construcción de un texto coherente. Para condensar y construir textos, resulta indispensable la creatividad; de esta forma, la originalidad hace que el resumen no sea una simple copia; al contrario, será un procesamiento activo del texto base.