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sábado, 10 de abril de 2010

ESTILO ENSAYÌSTICO



Cuando se desarrollan ideas en un texto, es recomendable utilizar un estilo ensayístico, sobre todo, en las redacciones escolares donde se deben exponer comentarios propios acerca de investigaciones realizadas; debido a ello, la Cátedra de Castellano y Literatura ofrece las siguientes sugerencias:
1. Dominar los principios fundamentales de la ortografía y la gramática. Es conveniente saber cómo utilizar aquellos elementos de redacción, imprescindibles a la hora de redactar.
2. Disponer de un vocabulario amplio, rico e idóneo para cada momento. No repetir vocabulario y conocer su significado para utilizarlas con propiedad. Tener cuidado con el abuso de la forma “que”
3. Ser conciso; saber sintetizar para evitar el inútil palabreo; esto sólo revela falta de orden, lógica y concentración. A veces se emplea un párrafo completo en algo que puede decirse en una frase.
4. Tener claridad, que consiste en saber redactar una idea completa, incluyendo los detalles que la redondean y facilitan la comprensión. En caso de tomar ideas de otro autor, no se deben copiar igual, hay que parafrasear.
5. Construir párrafos con su idea central y las secundarias; no se deben elaborar en una o dos líneas y tampoco es recomendable escribir “en bloque”, hay que utilizar el punto y aparte al concluir la idea. El párrafo está delimitado por la sangría y por el punto y aparte; desde el punto de vista del contenido, desarrolla generalmente una sola información y la apoya con oraciones secundarias aclaren su contenido.

Estructura de textos escritos con estilo ensayístico

En general, todo texto consta de tres partes: Introducción, Desarrollo y Conclusión; sin embargo, no deben colocarse estas palabras en el desarrollo del ensayo. Cuando se trata de una redacción corta, se pueden emplear pocos párrafos; sin embargo, cada una de las partes de un texto ensayístico puede estar integrada por uno o más párrafos:
: un párrafo ovarios párrafos (cortos)
  1.  Introducción: un párrafo o varios párrafos (cortos) 
  2.  Desarrollo: varios párrafos.  
  3.  Conclusión; un párrafo.
 1. Introducción. Puede constar de un párrafo corto y debe reunir diversas condiciones para cumplir su objetivo de atraer la atención del lector. Debe ser motivante, sintética y evitar la inclusión de cualquier elemento que pueda inhibir al lector de penetrar el texto por temor a su dificultad o pesadez.

2. Desarrollo o cuerpo. Generalmente consiste de varios párrafos, es la parte medular del texto, porque es el aporte personal del ensayista. En ella se expone el asunto básico, con todos los argumentos y datos necesarios para cumplir el objetivo fundamental del escrito: informar, enseñar, analizar, pedir, transmitir, o cualquier otro. En el caso de análisis literario, se dan los ejemplos textuales para sustentar la argumentación; pero deben estar incorporados al texto, en la medida que se vaya comentando. Nunca se dejarán para el final, a modo de notas al pie de página.

3. Conclusión. El desarrollo del tema central culmina, generalmente, con una conclusión, un resumen o una opinión personal. La conclusión debe ser estructurada de manera que resulte una consecuencia natural de lo anterior. "El final" - la última impresión que queda en el ánimo del lector - debe cumplir dignamente su misión de cerrar el escrito.

 Condiciones para un buen escrito
En todo buen escrito deben cumplirse las siguientes condiciones:
a) El asunto o tema debe estar fijado con claridad y es conveniente precisar los diferentes aspectos en que se desarrollará. Se requiere mantener la coherencia, la unidad intencional de cada párrafo, evitando las ideas superfluas que no conducen a lo inmediato y que no están en función del propósito fijado.
b) Los párrafos no deben ser muy largos ni muy cortos. Deben ser estructurados en forma tal que las oraciones o frases no excedan la veinte o veinticinco palabras que permitan pronto llegar a una conclusión.
c) La construcción gramatical debe ser correcta en el sentido de que las palabras deben estar en su justo sitio: los complementos con sus núcleos y los núcleos verbales en serie de oraciones, adecuadamente relacionados en cuanto al modo, tiempo y persona.
d) No se debe olvidar la puntuación, sobre todo al separar una oración de otra. De toda maneras, la separación más frecuente es la que se hace con punto y seguido. La coma se empleará en las enumeraciones y en los elementos intercalados.
  
Los enlaces en un párrafo
Las oraciones de un párrafo van conectadas por palabras o grupos de palabras que muestran orden y la relación que hay entre las ideas. Los enlaces indican la relación que existe entre las ideas de un párrafo, también se denominan conectores y cuando estas partículas establecen relaciones entre los párrafos, se denominan relacionantes.
  
Ejemplo:  
“Muchas veces me he preguntado si importa recordar el pretérito sobre todo si son sus signos la amargura y el resentimiento. Créome un amargado y un resentido. No dudo que estas palabras semejan dos ojos duros y terribles. Pero no nos llamemos a engaño. La verdad resulta siempre el lente más efectivo para contemplar y analizar los fenómenos en una sociedad esencialmente hipócrita.
Sin embargo, no todo ha de ser amargura y resentimiento. Encuentro que estos recuerdos forman parte de esa excepción. Días dulces y amables; enterrados en la gris y espesa neblina de la memoria”. (A orillas del viejo río. José Fabbiani Ruiz.).
 En el primer párrafo, pero se ha utilizado para enlazar dos oraciones dentro de un mismo párrafo y sirve para expresar contrariedad. En el segundo párrafo, la expresión sin embargo, está empleada para introducir un nuevo párrafo, en el cual se evidencia una objeción.

Algunos relacionantes
a) Enlaces que indican relación de tiempo: antes, después, pronto, finalmente, primero, luego, entonces, más tarde: Ej. “La secretaria transcribió la carta y la puso sobre el escritorio del jefe para la firma. Más tarde la envió al correo”.
b) Enlaces que indican relación espacial: arriba, debajo, delante, detrás, más allá, dentro, cerca, afuera, lejos, aquí, a la izquierda, a la derecha. Ej. “El nuevo edificio de la empresa ya está terminado. Cerca de la verja se ha plantado un pequeño jardín. Al lado derecho, hay una garita para el portero”.
c) Enlaces que indican relación de importancia: así, por lo tanto, por esta razón, de tal manera, por consiguiente, por último, además, para concluir, por otra parte. Ej. “Estamos mejorando nuestros servicios a la comunicad. Por tanto, le agradecemos que nos envíen las sugerencias”.

Fuente: La Redacción y el Arte de la Escritura. Liduvina Carrera y Mireya Vásquez. http://liduvinacarrera.blogspot.com/p/publicaciones.html



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